Damià Marquès y Miquel Capó, en la presentación de esta temporada, última de Marquès en la presidencia. Decir adiós con un título sería la mejor despedida para el dirigente

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Primer clasificado sin necesidad de jugar. La disputa de la jornada 13 en la Liga Regional ha dejado al CE Ferreries como líder en solitario, puesto que el equipo que dirige el entrenador mahonés Miquel Capó, al que correspondió descansar, se benefició del empate del Sami ante el Sant Lluís (3-3) para desbancar a los de Ciutadella del liderato, compartido por los dos equipos en el preámbulo del pasado fin de semana.

El Sami suma más puntos, pero también un partido más, por lo que por mejor coeficiente los azulgrana, que no celebran un título de campeones desde 2015, prevalecen en la clasificación (según el criterio que impone la Federació Balear).

Una coyuntura que trasciende más allá de una mera anécdota y que destaca como una sorpresa tan satisfactoria como imprevista en las entrañas de Sant Bartomeu. «No esperaba estar tan arriba a estas alturas de la temporada», admite al respecto Miquel Capó. El técnico, que tras un destacado trayecto como jugador en el circuito insular y balear, se estrena con exclusividad esta temporada en un banquillo (compaginó dirección y campo durante su etapa en el Sporting de Mahón), sí anhelaba «estar luchando con los de arriba», pero no gobernar la clasificación discurrida algo más de media liga.

En cualquier caso, Capó se apresura en relativizar la situación de privilegio que ostenta el Ferre. «Llevamos apenas media liga, queda toda la segunda vuelta y tenemos que afrontar muchos partidos complicados», precisa. «En la primera vuelta, ciertos partidos de mucha exigencia los tuvimos en casa, ahora serán fuera, si bien es cierto que ganamos en Alaior y Es Castell, donde por ejemplo perdió el Migjorn el otro día», abunda Capó, que tiene claro, por otra parte, que «la lucha por una de las cinco plazas de ascenso estará entre seis-siete equipos». «El Villacarlos ya se ha ‘metido’ y el Menorca creo que también lo hará; y quiero ver el rendimiento que dan en la segunda vuelta algunos de los equipos que están ahí arriba», revisa el excentral.

Además de los teóricos candidatos a jugar por el ascenso, Miquel Capó advierte que el resto de equipos también dirán la suya y pueden generar complicaciones. «En el campo del Atlètic Ciutadella ganamos por los pelos, la Unión les ganó también por la mínima…». Pero independientemente de lo que depare el futuro, el presente ilustra a un Ferreries en un momento, de juego y resultados, sin precedentes a lo largo del último lustro. La clave de ello reside, según Capó, «en  la plantilla que hemos conseguido formar». «En junio, cuando me comprometí con el Ferreries, habría firmado poder contar con esta plantilla; los jugadores están muy implicados, tenemos un equipo muy compensado y existe poca diferencia de nivel entre los jugadores, eso nos da mucha calidad en los entrenamientos, da gusto», analiza el entrenador azulgrana.

En el lado inverso, y como posible déficit, Capó detecta «la juventud» del colectivo, lo que acostumbra a significar «falta de experiencia» en los momentos más exigentes, si bien será el desarrollo de la temporada lo que dictamine hasta que punto ese aspecto tiene incidencia.

Por último, al ser cuestionado por si el Ferre estará en la criba por ser campeón, el preparador no niega que «ahora estamos ahí, ¿en adelante? El partido de este fin de semana, en campo de la Unión, nos marcará si realmente estamos preparados», termina Miquel Capó, técnico de un Ferre lanzado y líder.