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Fue el pasado 17 de abril cuando Dani Alves compareció por cuarta vez, y a petición propia, ante la jueza que investiga el caso por el que se le acusa de violar a una joven en una discoteca de Barcelona. Mientras la magistrada decide si accede a la petición de la defensa de Alves y lo deja en libertad provisional, ha salido a la luz la declaración que el exjugador del Barça realizó ese día, y en la que reconoció que sí tuvo relaciones sexuales con la denunciante, pero que fueron consentidas.

Según la transcripción de la declaración del futbolista, dada a conocer este sábado por la Cadena Ser, Alves aseguró que mientras mantenían relaciones, la víctima consintió hasta en dos ocasiones, una versión muy distinta a la de la joven y la mayoría de testigos: "Le pregunté dos veces si le estaba gustando y me dijo que sí", dijo el brasileño.

En esta nueva declaración, Alves confesó que el camarero les llevó a dos chicas, pero que tanto él como su amigo se pusieron incómodos "porque quisieron sacar el teléfono para sacar fotos y no queríamos ninguna foto", indicó.

Las chicas se fueron y el camarero les llevó a otras tres jóvenes, entre ellas, la víctima que ha denunciado la agresión sexual. "Vinieron a nuestro reservado, pero nosotros no insistimos ni el camarero a ellas".

Respecto a la víctima, Alves aseguró que notó "su buena disposición por la manera como bailaba, por cómo se acercaba a mí, como intercambiábamos posiciones. Le dije de trasladar todo eso al baño. Me dijo que sí, que no había problema. Le dije que yo iba primero y que la esperaría dentro".

Esta cuarta declaración ante la jueza contradice la versión que mantuvo desde un principio, cuando aseguraba que no conocía a la denunciante.

Una vez en el baño, mantuvieron relaciones sexuales, según el futbolista, consentidas. Antes de salir del baño, le dijo que ella debía esperar para que no fuesen vistos juntos, una decisión que cree que pudo enfadar a la joven.

Las cámaras de seguridad del reservado mostraron a Alves pasando junto a la víctima sin inmutarse. "Si la hubiese visto en la salida, la hubiese parado para preguntarle qué le había pasado porque hasta entonces todo estaba bien, dentro de lo que queríamos. Yo fui simplemente un cómplice de las ganas que ella tenía o de las que tenía yo", se justificó entonces.