Jugadores, técnicos, directiva, afición. la fórmula del éxito del Villacarlos se sostiene, entre otros preceptos, en la unidad de todas las partes que forman el club | Gemma Andreu

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El Atlético Villacarlos está de vuelta. Su reciente éxito en la Copa Regional, cuya final venció el pasado fin de semana ante el CD Migjorn en Los Pinos de Alaior (2-0), reubica al club de Es Castell en la primera línea del fútbol insular, con el mérito implícito de haberlo conseguido con un conjunto de base forjada con producto autóctono, con gente surgida y formada en la cantera del Este menorquín.

Se trata, en cierto modo, de la culminación de un proyecto realista, sostenible en función de las posibilidades y recursos en que se maneja la entidad que preside Santi Morro (en el cargo desde hace poco menos de un año), como igualmente de un punto de partida desde el que tratar de abundar en el crecimiento sin alterar la línea marcada en los últimos diez meses.

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«Nuestra realidad o finalidad no es ganar, sino construir», expone Felipe Gornés, entrenador del equipo que hace pocos días se hizo con el torneo de Copa. «Directiva nueva, cuerpo técnico nuevo… llegamos con el objetivo de estabilizar un equipo que entonces no era competitivo, ni daba la imagen que el club quería; perfilamos un cuerpo técnico y una plantilla con jugadores de la casa y del pueblo, un proyecto totalmente local, en el que lo principal era dar cabida a todo el mundo, que la gente disfrutara y que la población de Es Castell estuviera orgullosa», observa el técnico en relación a los pilares que vertebran un planteamiento que en lo deportivo ha dado con una interesante combinación de veteranía (Camacho, Ríos…) y juventud (sustancialmente, jugadores provenientes del conjunto juvenil), y con una propuesta de juego donde la velocidad, la intensidad y la presión en todos los espacios del campo prevalecen «por encima de un juego, digamos más romántico, que tratamos de tener al principio», precisa Gornés.

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En el marco de una competición regional repleta «de equipos y plantillas muy serias», el Villacarlos ha sido capaz, además de alzarse con el último título de la temporada, de jugar la fase menorquina de ascenso a Tercera. «Nunca pensamos que podríamos trazar ese camino, de superar a todos esos equipos, pero, partido a partido, y con un grupo cohesionado, teniendo más hambre que el rival y con un ambiente muy familiar en el club, ahí están los resultados», prosigue Felipe Gornés, que asimismo subraya que en Es Castell se valora «al jugador que trabaja, no los nombres ni el currículum».

Cuerpo técnico

«Mi cuerpo técnico ha hecho una labor brutal; contar con dos tipos como Juanra Finestres y Calet, que saben de que va esto, ha sido muy importante para nosotros», sigue el preparador, que, por último, matiza que «este éxito en la Copa no nos obliga a nada», ya que el horizonte del club seguirá siendo «competir en todas las categorías, de benjamín hasta regional, con la capacidad de entrega y la nobleza que ha mostrado el primer equipo esta temporada» y «que el pueblo de Es Castell siga, como lo ha hecho este año, estando orgulloso de su equipo».