El seleccionador Jorge Vilda (i) y la delantera Jenni Hermoso (d) en una rueda de prensa. | Pablo Garcí­a/RFEF

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Jenni Hermoso, futbolista campeona del mundo con la selección, ha desmentido este viernes en un comunicado la versión ofrecida por el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, y dice que «en ningún momento» consintió el beso que recibió en la boca. Hermoso, junto al resto de jugadoras internacionales, ha pedido «cambios reales, tanto deportivos como estructurales» en la RFEF. «Quiero aclarar que en ningún momento consentí el beso que me propinó y en ningún caso busqué alzar al presidente. No tolero que se ponga en duda mi palabra y mucho menos que se inventen palabras que no he dicho», asegura Hermoso.

Como en su primer comunicado tras lo ocurrido en el acto de celebración del Mundial femenino, la futbolista se ha pronunciado a través del sindicato FutPro: el escrito lo firman 56 jugadoras, entre ellas las 23 que se proclamaron campeonas del mundo en Sídney. «A raíz de los acontecimientos sucedidos en la mañana de este viernes y ante la perplejidad del discurso que ha pronunciado el presidente de la Real Federación Española de Fútbol, don Luis Manuel Rubiales Béjar, las jugadoras de la selección absoluta, recientes campeonas del mundo, en apoyo a Jennifer Hermoso, quieren manifestar su firme y rotunda condena ante conductas que han atentado contra la dignidad de las mujeres», señalan.

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«Desde nuestro sindicato queremos remarcar que ninguna mujer debería verse en la necesidad de contestar ante las contundentes imágenes que todo el mundo ha visto y, por supuesto, no se deberían ver involucradas en actitudes no consentidas», añaden. Las futbolistas cierran el comunicado solicitando cambios en la RFEF y mostrando el sentimiento que tienen tras ver cómo la conquista histórica del Mundial ha quedado a un lado tras la polémica desatada por la celebración de Luis Rubiales. «Queremos acabar este comunicado pidiendo cambios reales, tanto deportivos como estructurales, que ayuden a la selección absoluta a seguir creciendo, para poder trasladar este gran éxito a generaciones posteriores. Nos llena de tristeza que un hecho tan inaceptable esté logrando empañar el mayor éxito deportivo del fútbol femenino español», subrayan en el comunicado.

Nivel personal

La internacional ha lanzado poco después un comunicado en el que habla desde un enfoque más personal: «Considero que ninguna persona, en ningún ámbito laboral, deportivo o social debe ser víctima de este tipo de comportamientos no consentidos. Me sentí vulnerable y víctima de una agresión, un acto impulsivo, machista, fuera de lugar y sin ningún tipo de consentimiento por mi parte». La delantera del Pachuca mexicano denunció además que desde la RFEF se sucedieron las presiones para «rebajar la presión sobre el presidente», centrada en un principio en celebrar el histórico título logrado en la final contra Inglaterra. «A pesar de mi decisión, tengo que manifestar que he estado bajo una continua presión para salir al paso con alguna declaración que pudieran justificar el acto del Sr. Luis Rubiales», lamenta.

«No solo eso, sino que, de diferentes maneras y a través de diferentes personas, la REF ha presionado a mi entorno (familia, amigos, compañeras, etc.) para que diera un testimonio que poco o nada tenía que ver con mis sensaciones», añade. Hermoso apuntó que una selección campeona del mundo no se merece «una cultura tan manipuladora, hostil y controladora». «Este tipo de incidentes se unen a una larga lista de situaciones que las jugadoras hemos venido denunciando en los últimos años por lo que este hecho, en el que yo me he visto involucrada, es solo la gota que colma el vaso y lo que todo el mundo ha podido ver, pero actitudes como esta han sido parte del día a día de nuestra selección durante años», recuerda.