Imagen de la entrevista con Javier Clemente en Pula Golf. | Emilio Queirolo

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Javier Clemente Lázaro (Baracaldo,1950) fue seleccionador nacional entre 1992 y 1998, aunque su carrera deportiva no solo se puede concretar en su etapa con la Roja. Estos días se encuentra en Pula Golf, en Son Servera, coincidiendo con el estreno del documental en Movistar TV ‘La España de Clemente’. Ultima Hora conversa con el técnico sobre su pasado y el convulso presente en la Federación. Javier sigue repartiendo juego.

—Tras ver el documental ‘La España de Clemente’. ¿Fue esa época la de mayor desgaste profesional?
—No, ni mucho menos. Volvería a la selección y hubiera estado treinta años en su día.

—Visto con perspectiva, ¿cambiaría de estrategia?
—Imposible. No cambiaría con la prensa, no lo haría y seguiría sin hablar mal de los futbolistas. Nunca lo haría. A la prensa no puedes darle nada que perjudique a un jugador. Nada. El entrenador tiene que pagar los platos rotos de lo que es el grupo a nivel técnico. El que me fallaba a nivel personal no volvía, pero no lo decía y no lo diría ahora. Fue mi manera de actuar y seguiría igual.

—En el documental recuperan muchos momentos de tensión en ruedas de prensa. ¿Se reconoce?
—Sí que me reconozco y en ocasiones me da rabia haber contestado solo lo que contesté y no tener otra oportunidad ahora. Yo por ejemplo a Gallego no le pegué (en un túnel de vestuarios) nunca he pegado a ningún periodista.

—En el último capítulo se habla de su salida de la selección. ¿Le sentenciaron los resultados o la presión mediática?
—Llevaba una carga mediática muy grande y si no perdemos en Chipre no me marcho. Porque no me echaron, me marché yo. Le dije a Angel María Villar, estás aguantando mucha carga por mi culpa así que me voy a marchar.

—El periodista José María García fue su gran valedor y en el último capítulo se recuerda ese cruce de opiniones enfrentadas entre usted y él. García quería que dimitiera y usted le decía que no. ¿Cómo acabaron ambos?
—Soy amigo suyo, pero le di mi opinión de lo que hizo él el último día. Le dije, oye José, contigo llevo 30 años y no me puedes hablar de fracaso si sabes el camino que hemos llevado para hacer este grupo. Perdimos, pero eso no fue un fracaso. En ese momento él se hizo visceral y García siempre había mantenido su postura y en ese momento no la mantuvo. No me gustó ese instante y se lo dije.

—¿Cualquier tiempo pasado fue mejor en el mundo del fútbol?
—Lo que sí creo es que el fútbol de antes era mejor que el de ahora. El fútbol actual de control se hace si tienes jugadores técnicos de alto nivel y ahora se convierte en un deporte exclusivo en el que la selección de ese chaval está en unos puntos que miran a la técnica y el fútbol necesita fuerza, velocidad, carácter, agresividad y luego hay que saber chutar. Y ahora hay una predilección de la técnica y las otras cosas parecen secundarias. El Athletic incluso hace eso y se da importancia a cosas que no son fundamentales.

—¿Con José Ramón de la Morena existe algún tipo de relación?
—Cero. No le perdono nada. Yo perdono la espontaneidad, viene alguien y te dice una barbaridad, pero uno que piensa y se prepara lo que va a hacer y lo que va a decir...es que me ha llamado de todo, hasta que no quiero a mis hijos. Lo último fue eso, que no me hablo ni con mis hijos. Eso hace que la gente se forme una opinión de mi errónea. Se inventa una cosa para ratificar que soy mala persona. Es un tipo que no merece la pena, es un caso imposible.

—Le pregunto por el Real Mallorca. ¿Qué opinión tiene de Javier Aguirre?
—Muy simpático, entre mexicano y navarro y le sale la chispa vasca. Le veo muy real, no se anda con historias.

—El juega con cinco atrás, tres centrales y tiene como prioridad no encajar.
—Mire, para ganar, antes hay que ir empatado. Si vas perdiendo puede ser que empates, pero todo es más difícil. Si me dices, ¿eso es montar un cerrojazo? La respuesta es no.

—El Mallorca ha sumado dos puntos de doce posibles. ¿Cómo valora este inicio de temporada?
—Es una situación de inicio de Liga delicada, pero Javier es un entrenador con carácter y una de su grandes virtudes es ser optimista y lo sabe contagiar. Son pocos puntos, pero solo hay una forma de salir de esta situación.

—¿Cuál es?
—El convencimiento de todo el grupo de que se puede salir de esta realidad y no pensar solo en que tienen dos puntos. Eso no puede volverles locos ni tienen que tener sobre sus espaldas esa presión de que hay que ganar sí o sí. Ese convencimiento tiene que ser que con el trabajo que hacen y el grupo actual pueden ganar a cualquiera.

—Pasemos a otra cuestión. ¿Qué opina de Luis Rubiales?
—Es ambicioso y egoísta. Le montó una moción de censura a Villar y le metió en la cárcel con el beneplácito del CSD que estaban muy a favor de Luis y no de Villar. Yo a Rubiales le escribí un tuit en el que le decía que me gustaría que pasara unos días en la cárcel, nosotros le llamamos la ‘trena’, para que sepas lo que les has hecho a Angel María Villar.

—¿Le sorprende este final que ha tenido como presidente de la Federación?
—Para nada. Es una persona muy capaz de no respetar un montón de cosas. Protagonizó una actuación nefasta. Él es así. Es un maleducado, irrespetuoso y trincón. Además ha robado. La Federación decía que estaba prohibido siendo presidente cobrar para ayuda al alquiler del piso y él va y cambia la norma y lo cobra. Y como esta otras con asuntos de publicidad que los modificó para trincar.

—¿Qué opinión tiene de Luis de la Fuente?
—Luisito es muy buen chaval. Le tuve de jugador nueve años. Lo que ocurre es que ser seleccionador es difícil. Pero es un error pensar que España tiene que ser siempre campeona del mundo. ¿Por qué tiene que ser así? Si los grandes clubes importantes, los que van a la Champions, casi todos son extranjeros. El Madrid llegó a jugar con ningún español.

—¿Como analiza la gestión de Javier Tebas, presidente de LaLiga?
—Es el siguiente que tiene que caer. Los clubes le tienen que echar. Está arruinando el fútbol español y todos los clubes están en contra. Los horarios son terribles y la afición no los quiere. Lo que pasa es que el dinero que da es vital. Él hace un contrato con una empresa que gestiona el fútbol español y de ahí reparte y hay que ver qué cobra Jaume Roures.

—¿Está a favor o en contra del VAR?
—Es una vergüenza. Es una forma de manipular los resultados. El VAR no se puede equivocar, puede haber alguna jugada dudosa, pero no puede ser que en unas acciones avises al árbitro y en otras no porque entonces estás seleccionando, unas sí y otras no. ¿Y las líneas que pintan? ¿Cómo es posible que se equivoquen? El VAR es un arma más de manipulación. Y luego otra cosa, ¿los árbitros verdaderamente saben de fútbol? Porque para arbitrar hay que saber de fútbol. Cuando en España das la posibilidad de robar, ¿quienes roban? Los grandes, no los pobres.

—¿Cuál es su opinión del llamado caso Negreira?
—Es un tema gravísimo y cada vez que dan una explicación lo lían todo más. Es un asunto muy grave y cada día vamos a saber más cosas. No tiene desperdicio, es muy complicado y no sabemos dónde va a llegar.

—¿Se ve de nuevo entrenando y volviendo a los banquillos?
—Lo tengo muy difícil porque tengo mucha crítica en contra, aunque me gustaría. Yo he sido muy conflictivo con la prensa. La última oferta fue ir a Vietnam, pero al final no se dio. Ahora veo la Primera y al Eibar y al Amorebieta. También al Real Mallorca.