La seleccionadora nacional, Montse Tomé, a su llegada este jueves al hotel en Gotemburgo (Suecia), donde mañana se enfrentan a Suecia en su primer encuentro de la Liga de Naciones de la UEFA. | Juan Carlos Cárdenas

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La seleccionadora nacional femenina, Montse Tomé, aseguró este jueves que «no» siente que las jugadoras del combinado nacional no quiera al nuevo cuerpo técnico encabezado por ella, insistiendo en que la crisis en la selección «es algo que se escapa de lo profesional y lo deportivo» y en que «siempre» quiso «proteger y ayudar» a las futbolistas, porque «lo han pasado mal».

«Es cierto que todo lo que hemos vivido y llevamos viviendo es grave, es algo que se escapa de lo profesional y lo deportivo. En esa valoración, todos sabemos lo que ocurrió el día de la final. Deberíamos estar celebrando un triunfo increíble, y lo que pasó fue muy desagradable. Eso lo catalogo fuera de lo deportivo», arrancó la entrenadora en la rueda de prensa previa al duelo de este viernes ante Suecia en la Liga de Naciones.

Tomé reconoció que ha visto «sufrir» a Jenni Hermoso tras el beso de Luis Rubiales en la entrega de medallas de la final, aunque apuntó que todo «se fue mezclando» en los días posteriores. «Mi intención siempre fue ayudar, soy entrenadora, pero me siento jugadora y, sobre todo, persona», agregó.

«Lo que ha salido de que si las jugadoras no los quieren, yo no lo siento así, no lo he oído de ellas. Es algo que debemos cuidar, contrastar un poco la información, que eso sea cierto. Todos nos podemos equivocar, pero todos debemos ser profesionales», manifestó Tomé sobre la relación con las jugadoras después de la convocatoria y la reunión en Oliva entre futbolistas, Consejo Superior de Deportes (CSD) y la RFEF.

Para la entrenadora, su primera lista y toda a polémica posterior «ha sido un fallo en la interpretación», respecto a si se comunicó con las futbolistas para avanzarles que estaban seleccionadas. «Yo dije que hablé con jugadoras, no con todas, nadie me preguntó si había hablado con todas. Dije y lo repito que no iba a decir con quién había hablado ni qué habíamos hablado», expresó.

«Las jugadoras no están pasando por su mejor momento y tampoco es nuestro mejor inicio. Los hechos son inaceptables. Nosotros nos posicionamos con Jenni y todas las jugadoras, todo lo demás han sido cosas que se han escapado de nuestro control, aquello que se dio fuera de lo deportivo. Que se den los cambios que se solicitan no forma parte de lo que yo puedo gestionar. Esas son las cosas que desbloquearían el problema y se escapan de mi control», argumentó insistiendo en su labor deportiva al frente del equipo.

Por ello, Tomé trató de centrarse en «lo deportivo» y «lo que podía controlar» ante «esta situación excepcional». «Pudo haber un fallo en la comunicación, pero siempre hemos querido proteger a las jugadoras, ayudarlas, estar con ellas, estar con Jenni, que ha sido la que lo ha pasado mal, he compartido mucho con ella y empatizo en todo», añadió sobre la actual situación que vive el equipo.

«Tengo que ser profesional y sacar un convocatoria, y elegimos las que para nosotros eran las mejores. La intención siempre fue ayudar, escucharlas, entenderlas, no sé si ha sido fallo de comunicación, falta de tiempo. Son cosas que se alejan de lo deportivo, lo desconozco», señaló, antes de asegurar que tiene «confianza en el trabajo y ganas de que se solucione».

Sobre su primer entrenamiento, Tomé no puso en duda la profesionalidad de las futbolistas, que son «profesionales» y «han entrenado bien». «Tenemos el primer partido de la Liga de Naciones, todos somos profesionales», reiteró.

«Tenemos ganas de hablar de fútbol, esperamos un equipo fuerte. Suecia es un equipo físico, con una estructura presionante. Son un gran equipo que a día de hoy lidera el ránking FIFA. Es una prueba fuerte y una competición nueva, atractiva, con un objetivo claro de estar en los Juegos. Tenemos ganas de empezar bien», concluyó sobre su rival este viernes.
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