Rubén Martínez conduce el balón pese al marcaje de un rival, durante un partido de este año.

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Rubén Martínez Granja (Maó, 1989) cumple un año en Grecia. El excanterano de UD Mahón y Barça, que este día 8, celebró su 34 cumpleaños, está plenamente afianzado y adaptado, tanto al fútbol como a la vida en territorio heleno, a donde aterrizó en diciembre del pasado año, proveniente del Albacete, para recalar en el PAS Lamia.

Después de una muy sufrida permanencia en la campaña 2023, que se materializó en el último partido de la liguilla por conservar la categoría, este año el recorrido liguero del Lamia está destacando, ya no por sosegado, sino por brillante. El equipo del Ftiótide es séptimo clasificado de la Superliga griega, y el impacto e influjo que nuestro protagonista dispone en ello es incuestionable. Así lo confirma la titularidad del menorquín en diez de las trece jornadas que hasta la fecha se han disputado, tramo en el que además ha anotado dos goles (el último, hace apenas diez días, en el empate a tres ante el Atromitos de Atenas), que se añaden a los cinco que facturó en la media campaña anterior.

«Lo cierto es que esta temporada está siendo más tranquila. El club se ha reforzado bien en el mercado, ha hecho un esfuerzo por incorporar buenos jugadores y estamos en una buena situación en la clasificación», empieza para este diario el futbolista menorquín más internacional del momento. El Lamia es séptimo clasificado en la liga helena. Hasta hace apenas unos días era sexto, en órbita playoff y de los puestos que dan acceso a un torneo europeo, si bien Rubén admite que mirar por encima de ese límite es complicado, «ya que Panathinaikos, PAOK Tesalónica, Olympiacos… son equipo muy fuertes. Los cinco primeros son inasequibles, la verdad. Después estamos el resto».

De hecho, la conversación con Rubén Martínez se lleva a cabo un par de días antes de enfrentarse con el PAOK, que venía de jugar Europa League y para el que juega el mallorquín Joan Sastre Vanrell. No hubo margen de victoria (3-0), aunque el Lamia, por ejemplo, sí merodeó la sorpresa hace un mes ante el Panathinaikos, líder provisional de la Superliga griega. El equipo donde milita el extremo menorquín, con certeza, está compitiendo y mostrando un espíritu de lo más combativo en cada partido, de ahí que las expectativas de suscribir una campaña para el recuerdo sean fundadas, con Rubén Martínez como unos sus rostros protagónicos.

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El excanterano de la Unión, sustancialmente, está «muy contento» en el apartado deportivo, en el que cuenta con la máxima confianza de su técnico, el que fuera jugador internacional por Grecia, Leonidas Vokolos; «desde que llegó al banquillo del Lamia, juego siempre», precisa al respecto Rubén, una regularidad en el ‘once’ del Lamia que tampoco altera el ir «cumpliendo años», comenta el jugador de Maó en tono distendido, en alusión asimismo a sus recién cumplidos 34 ‘tacos’. Muy bien llevados, eso sí, lógico en el caso de un jugador que «siempre» ha tenido esmero en el cuidado y puesta punto de su condición física –con todo lo que eso conlleva.

Y en lo personal, en lo vital, también la aventura griega marcha a pedir de boca para nuestro protagonista. «Estoy totalmente adaptado a la vida de aquí. También ayuda contar con la presencia de varios jugadores españoles en el equipo», explica Rubén, que en el Lamia comparte vestuario con el delantero alicantino Carlos López Huesca, el zaguero David Simón, el mediocampista Omar Santana, el atacante Carlitos, su opuesto en el extremo zurdo Álex Mula…

Adaptado

Rubén se desenvuelve «bien» en inglés en su vida diaria, pero para la lengua autóctona, el idioma heleno, cuenta con un traductor de excepción. «Mi hijo, que habla griego muy bien», desvela el futbolista insular, que se siente también adaptado, a gusto, en una ciudad que se localiza en la Grecia central y que supera, en poco, los 50.000 habitantes. «La gente es muy amable, y tanto mi familia como yo estamos muy bien aquí», asevera. Y otro factor que pone en valor; el nivel, creciente, de la competición liguera griega. «El nivel va a más, ha crecido, y la Superliga tiene equipos importantes que juegan en Europa», resalta el menorquín.

Sobre los incidentes, que de tanto en tanto, sitúan el foco sobre los campos griegos, como los acaecidos hace semanas en el gran derbi ateniense entre Panathinaikos y Olympiacos (el partido se suspendió en la segunda mitad al impactar un petardo en el jugador español Juankar, que pertenece al Panathinaikos), Rubén lo considera «una pena», fundamentalmente porque «parece que suceden cosas así todas las semanas, y no. Ocurre, a veces, cuando juegan Olympiacos y Panathinaikos, que se viven como antes los Barça-Madrid». «Es una lástima que solo se hable sobre esto del fútbol griego, pues la liga es bonita, atractiva, muy profesional. Y en la que el aficionado es muy apasionado, sí, pero existe una buena organización y los incidentes son algo puntual, no habitual», observa al respecto el jugador mahonés del Pas Lamia.

Por último, preguntamos a Rubén, dado también su indisimulable grado de satisfacción con su aventura helena, si esta se prorrogará más allá de esta temporada 2023-24 que ahora está en disputa. «Ahora no pienso en eso, en verano decidiremos. Echamos de menos España, evidentemente, pero también estoy disfrutando de esta oportunidad, teníamos ganas de vivir algo así y en Grecia estamos muy bien», termina Rubén Martínez, el futbolista menorquín más internacional del momento, que juega y brilla en la antigua Grecia.