Joel Marquès (Alaior), conduciendo el balón | Gemma Andreu

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CE Mercadal y CE Alaior se aprestan a disfrutar de una Navidad tranquila. Sin estridencias, pero tranquila. Puesto que si bien el equipo albinegro todavía debe jugar un partido antes del intervalo navideño (el que desde Los Pinos se solicitó avanzar en relación a la jornada del 6 de enero, y que le enfrenta con el Poblense este sábado en feudo mallorquín), a uno y a otro equipo le alcanza el parón en una plácida situación en la clasificación, estos es, por encima del corte que delimita la zona de descenso.

De inmediato, revisamos lo que está siendo, en el preámbulo de las fechas navideñas, la primera temporada de Tercera balear en el último decenio con doble representación menorquina. De momento, un trayecto tranquilo una vez rebasado un tercio de calendario, pero con algunos matices.

Fuera del descenso

Mercadal y Alaior disfrutarán de la Navidad fuera del descenso. Ni tan solo una posible derrota del Alaior en Sa Pobla este sábado provocaría cambio alguno en la coyuntura, en tanto que el cuadro que dirige José Ángel Moyano es décimo cuarto clasificado, con 17 puntos (susceptibles de incrementarse, de ganar o empatar con el Poblense), mientras que el Mercadal que prepara Lluís Vidal es undécimo con idéntica puntuación. El Santanyí, que es décimo, Alcúdia (duodécimo) y Collerense (décimo tercero), igualan con los dos conjuntos menorquines en ese colapso que prevalece en la zona media-baja de la tabla clasificatoria cuando la competición se aproxima a su ecuador. La brecha sobre el Felanitx (11), que es el antepenúltimo clasificado, es de seis puntos. Completan el furgón de cola el Arenal (8) e Inter Manacor (3).

¿Riesgo?

No obstante, existe un riesgo añadido que cada temporada persiste en la lucha por tratar de eludir el descenso, y que obliga a centrar la mirada en la zona baja del grupo 3 de Segunda RFEF, el que integra equipos baleares. Así, la delicada situación en que reside el Penya Independent (penúltimo) y la inquietante (aunque no preocupante) en que orbita el Formentera (décimo cuarto), sugieren que en el grupo balear de Tercera RFEF, quizá no baste con terminar por encima del teórico ‘corte’. De ahí que la realidad de Mercadal y Alaior conceda tranquilidad. Pero relativa, no plena.

Goles

Un hándicap con el que deben convivir esta temporada, cuanto menos de momento, tanto Mercadal como Alaior, es su dificultad para hacer goles. Trece dianas totaliza cada equipo, a menos de un gol por jornada de promedio (solo cinco equipos meten menos). Y de las catorce jornadas de liga que hasta la fecha se han celebrado, el Mercadal se ha quedado sin marcar en seis. El Alaior, en ocho. No son cifras alarmantes, pero que duda cabe de que sí influyentes en la situación de los dos equipos, más lejos de la cima que del descenso. Los albinegros han sufrido tres derrotas por 1-0, los rojiblancos, dos. El delantero del Alaior, Ramón Huescar, autor de tres goles en ocho partidos disputados, es el pichichi provisional del fútbol menorquín en el grupo balear de Tercera RFEF.

Calendario

El futuro inmediato sugiere, por cuestiones de calendario, más complicaciones para el Alaior que para el Mercadal. Y es que los cinco próximos rivales del equipo albinegro son el citado Poblense, fuera de casa (cuarto clasificado), Mallorca B en Los Pinos (segundo clasificado), Portmany fuera (octavo), Ibiza en casa (líder) y Manacor fuera (tercero). La cuesta de enero se prevé de lo más exigente por tanto para el cuadro de Los Pinos, aunque su capacidad para ir amontonando puntos (suma 17, y llegó a hilvanar cuatro jornadas sin perder, con una productividad de 10 puntos de 12 posibles) le concede credibilidad ante lo que será una de las sencuencias más duras de la temporada. El Mercadal, en cambio, advierte menos sinuosa la apertura del nuevo año, aunque también afrontará partidos que entrañan cierta dificultad, que alternará con otras citas de perfil teóricamente más asequible (Platges Calvià, Felanitx, Ibiza e Inter Manacor, sus adversarios durante el mes de enero).