Juan Carlos Nnabama, del Alaior, en el último encuentro de Los Pinos, ante el Platges.  | Josep Bagur Gomila

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Diez jornadas, diez finales es lo que le restan de ahora en adelante al CE Alaior de José Ángel Moyano para hacer realidad su gran reto y desafío de este curso en el regreso a la Tercera División y que no es otro que el de la continuidad un curso más en categoría nacional.

Diez finalísimas que tras empatar en casa ante un grande como el Platges de Calvià (0-0) empiezan este sábado en su visita al rocoso e incómodo de local, Felanitx; un equipo anclado a día de hoy en la zona de descenso y de donde trabaja semana a semana para salir, con sus 15 puntos y siendo el más inmediato perseguidor del Alaior. Los alaiorencs, siempre muy pendientes también de lo que va sucediendo con los equipos baleares de la Segunda RFEF, saben que deben quedar cuantos más peldaños más arriba, mejor, para no sufrir al final.

El cuadro de Moyano busca una alegría en Felanitx que le permita incluso adelantar al Arenal, en la titánica batalla por salvarse. Pero viaja bajo mínimos el Alaior; recupera a Elliot Galán después del ciclo de tarjetas, pero Isaac Melià llega a las cinco amonestaciones, Raúl Pons e Isaac Barro siguen lesionados, Huéscar no está por un asunto personal. Como tampoco, Raúl Villalonga, operado este viernes con éxito en la Clínica Juaneda del pómulo, tras sufrir un hundimiento por tres partes diferentes. Además, pendientes de Eric Mercadal y Raúl Filgueira.

Los rojiblancos, hoy en casa

Por su parte, un CE Mercadal que lleva semanas ya en tierra de nadie, con unos Playoff por el título prácticamente imposibles y la zona de descenso muy lejos –pese a no tener la permanencia matemática–, quiere sumar los tres puntos para eso, para ir materializando su enésima salvación numérica.

Enfrente los de Lluís Vidal, con la única duda de Raúl tras recibir un fuerte golpe, tendrán a un SD Portmany que llega de lograr una importante victoria ante el Felanitx 2-0; triunfo con el que el conjunto de Sant Antoni volvía a ganar, tras tres partidos que no habían sido los mejores. Necesitaba una victoria de local para reponerse y viene a Es Mercadal con el mismo reto que los rojiblancos, que no es otro que el de materializar cuanto antes la salvación matemática. El Mercadal, además de querer otorgar una nueva alegría a su afición, quiere esto; no tener que sacar la calculadora las últimas jornadas.