En ese orden, la conmemoración se centra en el 27 abril del presente 2024, justo cuando se cumpla un siglo exacto del inicio de la actividad en el recinto (fundamentalmente dedicado al fútbol, si bien también ha sido marco para otras disciplinas deportivas, e incluso de conciertos musicales).
El propio Estadi Maonès, el citado día 27, acogerá a partir de las 18.30 horas el primer acto, que incluirá la ubicación de una placa, a modo de recordatorio de tan significativa efemérides.
Una hora después, la celebración se trasladará al Ateneu de Maó, hace un siglo uno de los epicentros de la ciudad del deporte en general y del fútbol en particular. No en vano, el Menorca, al igual que otras sociedades ‘sportivas’ impulsadas en la época, surge de las entrañas de tan emblemática institución mahonesa, que además, curiosamente, en la actualidad preside Marga Orfila, hija del que fuera máximo mandatario menorquinista en el periodo 1957-59, Tomás Orfila Iborra.
El Ateneu contextualizará la Gran Gala del Centenari, en la que se ofrecerá, por medio de un gran menorquinista, y versado en historia del deporte local, Rafael Ligero, una introducción histórica sobre el Estadi Maonès, a lo que seguirá un reconocimiento a los goleadores centenarios del equipo azulgrana (esto es, los autores del gol 100, 200…. hasta el 4.300, este último obra de Manolo Calero, en un partido de esta temporada). La relación incluirá algunos nombres ilustres de la cronología del menorquinismo, como el ahora entrenador del Mercadal, Lluís Vidal, que hizo el tanto 2.800 en marzo de 1986, temporada que concluyó con el histórico ascenso a Tercera balear -último celebrado por el club.
El encuentro, que se celebró en las dependencias que tiene el Menorca en el interior del Estadi Maonès, contó además con nombres ilustres del menorquinismo, como el citado Ligero o ‘Cholo’ Mora, nieto de Juan Mora Terres, primer presidente que tuvo la entidad en 1920, así como del ‘alma mater’ de la AHFM, Paco Perea.
Acudió asimismo el teniente de alcalde del Ayuntamiento de Maó, Lázaro Alcaide, exfutbolista azulgrana, quien ingresó en el club menorquinista como jugador siendo un niño, pasó por todas sus categorías hasta el primer equipo, y posteriormente ejerció de entrenador en equipos de formación del club.
El edil, que además en febrero de 2004 convirtió el gol 3.500 en la historia del Menorca, admitió, desde la neutralidad a que obliga su cargo, tener «un vínculo histórico» para con la entidad azulgrana, a la que lleva «en el corazón» y «con la que he estado vinculado durante más de cuarenta años de mi vida», evocó. «El club, el Estadi Maonés… tienen un valor y un simbolismo muy especial para mí», concluyó Alcaide.
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