El meta del Ferreries fue expulsado por una mano que fue involuntaria - Archivo

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Mereció mejor suerte ayer el Ferreries en un desierto Municipal de Sa Pobla por su ambición durante gran parte del partido y sobre todo porque la derrota (2-0) comenzó a fraguarse tras un posible error del árbitro que vio voluntariedad en unas manos de Mingo fuera del área, lo que supuso la falta y su expulsión.

En un partido que ofreció un tiempo para cada equipo, Sant Antoni se alió con el Poblense para lograr el triunfo en la segunda mitad. La primera se caracterizó por la iniciativa y el dominio de un Ferreries ambicioso. En la primera hora de partido el equipo de antonio Asensio prácticamente encerró el Poblense en su propia parcela y dispuso de claras ocasiones de gol en las botas de Esteban a los 12 minutos y de Juli en el 21.

El Poblense se estiró algo en la recta final de este primer periodo y gozó de tímidas oportunidades, siendo la más clara la que tuvo en sus botas Joni, neutralizada por Mingo en el mano a mano.

Tras el descanso la contienda estuvo más nivelada con los dos equipos en busca de deshacer la igualada.

La jugada determinante del partido se produjo a los 25 minutos de esta reanudación, cuando unas manos fuera del área, sin intencionalidad aparente, del guardameta Mingo, fueron castigadas con falta directa y, lo más grave, expulsión del meta ferreriense.

La consecuente falta lanzada magistralmente por Fornés batía a Jesús Sastre, que había salido en frío, sustituyendo a Sandro. El triunfo, claro está, encarrilaría el triunfo local porque además el golpe psicológico que sufrieron los azulgrana se dejó notar a partir de entonces.

La victoria del Poblense quedó rubricada por Sergi a tres minutos del final al aprovechar una asistencia de Siquier frente a un CE Ferreries en inferioridad numérica que, en todo caso, nunca dejó de dar la cara. Su reacción tras encajar el gol fue buena, pero no llegó a crear verdaderas ocasiones de gol.