Como siempre. El técnico Ricard Casas sigue fiel a sus explicaciones y así se mostró ayer en la previa

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S.G. Maó
Llega el CB Granada que quiere meterse en la Copa por primera vez en su historia, que hace un año que no gana fuera de su pista y que tiene a uno de los pívots más determinantes de la Liga ACB. Y, por si buscan algún otro motivo extra, que el año pasado perdió en el Pavelló -nunca ha ganado aquí- con aquella increíble acción de Marinovic. Pero todo eso es historia, y así se encargó de explicarlo un Ricard Casas coherente con su método de trabajo, tozudo.

Apartado uno. Ganar al rival. "Tenemos la necesidad de hacer un buen partido, porque Granada está a un nivel muy alto. Ha de hacer las cosas bien hechas para estar donde está. Juegan bien como equipo y no tienen demasiada dependencia de Borchardt. Es un equipo bien llevado y todos aportan a un nivel alto".

Apartado dos. Borchardt. "Les da mucha regularidad en el rebote, actividad y defensa. Está a un buen nivel, sin problemas físicos y con aptitudes altas". Y Bud Eley, con atención especial. "No ha entrenado estos días para estar al mejor nivel posible. Hemos preferido no forzarle y por eso lo guardamos de sus entrenamientos. Veremos en las últimas sesiones. Pero siempre hay riesgo". Con todo, nadie duda de que estará el domingo, sea como sea. El resto "está bien".

Apartado tres. El trabajo semanal. "Ha sido el de siempre, con positivismo. Se ha desconectado rápido del pasado partido contra el Barça y estamos conectados para el siguiente".

Apartado cuatro. El momento de forma del rival. "No sé cómo estarán ellos. Le damos mucha importancia al partido y tenemos la máxima responsabilidad. Con respecto al año pasado, los veo más sólidos, con mucha aportación de todos sus jugadores. Lo que importa es lo que se suma y ellos llevan siete partidos ganados". Y seis perdidos. Quizá mañana sean siete. Ojalá.

Poch: "Esta fase es decisiva"
Trifón Poch, entrenador del CB Granada, puso ayer de relieve la importancia del choque de Liga ACB que enfrentará a los nazaríes el próximo domingo ante el ViveMenorca porque, recordó, se va a entrar "en una fase decisiva de la competición".

Por lo tanto, el técnico no deja lugar a dudas de la trascendencia que concede a este choque. "Estamos en una fase decisiva de la competición, siempre las últimas jornadas de la primera vuelta se viven de una manera muy especial, y por otro lado, nos enfrentamos a un equipo que juega en un pabellón pequeño, en el que es muy difícil jugar, y que ellos están en una situación de victorias-derrotas que no es la mejor, porque vienen después de una derrota en casa".

En este sentido, Poch advirtió de la intensidad con la que saldrán a la cancha los baleares. "No pueden permitirse otra consecutiva contra un equipo como nosotros, que ellos analizan de su mismo nivel y, además, con un Menorca que, tanto por la personalidad de sus jugadores más importantes, como la de su entrenador, es un equipo muy emocional".

Igualmente, puso de relieve que el ViveMenorca, "aparte de los argumentos técnicos que pone en la pista, es capaz de interpretar el partido, generando mucha presión al rival con su agresividad en todos los sentidos".

En consecuencia, el preparador nazarí quiere que sus jugadores deben prepararse mentalmente para salir airosos en esta cita, en la que pueden lograr su primer triunfo fuera de casa en la temporada. "Y que nuestros jugadores más expertos demuestren esa experiencia, y den un paso adelante para marcar nuestro carácter en la pista", añadió.