Otro partido duro. La visita al Fernando Buesa Arena es otra de las complicadas de la Liga ACB

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S.G. Vitoria-Gasteiz
Esto parece no tener fin. Es como salir de un agujero y meterse en otro. Cajasol, Real Madrid y Unicaja hicieron morder el polvo al ViveMenorca, con una imagen que ha hecho tambalear su autoconfianza. Hoy toca visitar la pista del campeón del año pasado y actual líder al que parece que nadie se le ocurre desbancar de su trono. El Tau Vitoria potentísimo y con la personalidad de un auténtico "sargento de hierro", este Dusko Ivanovic que parece que no tiene más amigos en el mundo que Elías Querejeta, su presidente, el que lo fue a buscar expresamente cuando salió por piernas de Barcelona y que ostenta su poder en las alturas en cada asamblea de la ACB. Mañana lunes se ha convocado una más para decidir los descenso a LEB.

A priori, quizá sea éste un partido para no comerse mucho la cabeza, aunque sin dejar de dar el callo en todo momento, por supuesto. Este Tau encima reforzado con el base Vlado Ilievski, que tan sólo ha perdido un partido en la Liga ACB en lo que llevamos de temporada -en la pista del Bruesa- y que únicamente tiene un partido perdido en su pista -ante la Lottomatica de Roma en Euroliga- parece totalmente fuera del alcance de los menorquines, y más si se le añade que el colectivo isleño tendrá un efectivo menos con la salida de Damir Markota... Aunque, no nos engañemos, de todas formas, con el ahora bilbaíno, nada del agrado de Ricard Casas, era como ir con uno menos.

Esta semana, el manresano ha apretado las tornas intensamente a sus jugadores, buscando la solución a los problemas, fundamentalmente de tiro, que está sufriendo su equipo. El técnico del Bages, además, no quiere ni oír hablar de fichajes -aunque en principio, el escolta incógnita (Tunceri, quizás) debe estar para el próximo jueves- y en la expedición el mutismo es total, a pesar de que los periodistas desplazados estamos con la parabólica puesta en todo momento. Pero el silencio parece justificado: si a la dificultad intrínseca del momento y del rival se le une la rumorología, mal vamos.

Ambos equipos llegan sin lesionados a un partido que, por cierto, tiene los recuerdos bien definidos de la primera vuelta. Ese partido de impotencia, crono elástico, resoluciones dantescas y recursos en curso por si acaso en el que se dio por bueno un 77-79 a favor de los alaveses y que, como mínimo, merecía la prórroga.

Y en la estadística general, una victoria menorquina -en el Pavelló: 82-75 en el primer año ACB- y seis derrotas. Aunque dentro de esos seis partidos perdidos, cabría recordar el buen papel realizado la temporada pasada en este santuario inexpugnable de Vitoria, cuando el ViveMenorca le metió un susto al Tau, que acabó venciendo 88-85 gracias a la sangre fría del ahora DKV Joventut Jasaitis y al acierto en los tiros libres.

La situación esta vez parece algo más complicada. El Tau, eterno favorito a todo, que viene de superar el pasado jueves en Euroliga a la Penya (91-83), está fortísimo, y el ViveMenorca no vive uno de sus mejores momentos. Salir de aquí con una victoria sería fantástico, claro. Pero los nuestros lo tienen que hacer todo muy bien, y los Rakocevic, Splitter, Prigioni y compañía muy mal.Parece harto complicado. Aunque nunca se sabe...