Hay que ganar. El ViveMenorca se enfrenta al Fuenlabrada hoy con la necesidad imperiosa de ganar

TW
0

S.G. Maó
El margen es cada vez más pequeño para un equipo que todavía no ha ganado en lo que llevamos de año y que acumula una asfixiante y terrible racha de diez partidos seguidos -diez- perdiendo. El ViveMenorca se enfrenta hoy en el Pavelló a un amenazante Fuenlabrada que transita con cierta comodidad por la zona noble, pero no puede pensar en otra cosa que no sea ganar sí o sí para empezar a cimentar su permanencia en la élite del baloncesto nacional. No hay otra para salir de esa 16ª plaza.

El club realizó un nuevo esfuerzo esta semana y volvió a cambiar cromos en busca de respuestas: salieron Faison y Eley, entraron Burtt y Sundov, que debutarán en casa. Ellos, más las recientes llegadas de Weis y el mismo técnico Javier Imbroda, más los que permanecen desde el inicio de temporada, tienen la misión -al alcance de su mano- de que el Pavelló vuelva a ser un fortín en los cinco partidos que quedan en Maó, factor determinante y mínimo para la salvación.

Ante ellos, un Fuenlabrada que acude con la baja de Paraíso -lo sustituye Rafa Vidaurreta- y con su joya Brad Oleson -el fichaje más rentable del año: un tirador puro MVP de febrero, procedente del Rosalía de LEB Oro, que lo mete todo y que lo tiene hecho para el año que viene con el Madrid- con un esguince de su tobillo izquierdo que le hace ser duda hasta el último momento. De todas formas, a nadie se le escapa que, aunque sea con dolor, el técnico fuenlabreño Luis Guil acudirá raudo a él.

Además de Oleson, el equipo fuenlabreño está funcionando perfectamente. Ahora mismo está en zona de Play-off como octavo clasificado, con un balance de 11 victorias y 11 derrotas. El equipo cojea algo en el juego interior -atención hoy al "duelo de las torres": Sundov (2,21 m) y Weis (2,18 m), ante PJ Ramos (2,22 m)-, pero ofensivamente es muy efectivo, y los números cantan porque es el tercer equipo de la ACB con mejor ataque, con 84,05 puntos de media, solo superado por el Tau (89) y el Madrid (85,05).

Como elemento para el optimismo, la estadística histórica de los enfrentamientos entre ambos en Bintaufa arroja un saldo claramente local, tanto en la ACB como en la LEB Oro: en la competición principal, tres victorias de tres para los menorquines.

El colectivo isleño ha tenido otros siete días en los que Javier Imbroda ha insistido en el componente psicológico. "La situación complicada de la temporada exige soluciones complicadas. Esto nos ha llevado a vivir una semana un poco extraña debido a la salida de dos jugadores y la llegada de otros dos casi sin acoplamiento", pero "esto es así y hay que afrontar el partido ante el Fuenlabrada como lo que es: la primera de una serie de finales".

Una final en la que el Pavelló responderá con nuevos bríos, más si cabe: dos pancartas recordarán que esta isla es y quiere ser de ACB. Porque todos tienen que darlo todo. Así, entre otras cosas, la plantilla se evitaría una posible multa si no hay reacción. Hay que ganar como sea.