Tapados. Montañana trata de elevarse sin conseguirlo ante Sanguino y Naymick - photodeporte

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Regreso a la inoperancia, a la decepción tras bordear el ridículo ayer en el Multiusos de Cáceres donde el ViveMenorca reabrió su herida con un partido pésimo en el que olvidó su consistencia defensiva, le faltó concentración, trabajo e incluso, actitud, lo que le condujo a una derrota dolorosa (75-61) que vuelve a cuestionar su capacidad para aspirar a algo grande en el play-off.

El encuentro arrancó con un ViveMenorca intenso atrás y arriba. Los de Paco Olmos querían marcar desde el inicio el ritmo del encuentro, y las primeras ventajas en el luminoso fueron para ellos. Así, un triple de Cuthbert Victor sirvió para que los mahoneses cobraran su mayor renta (2-7). Sin embargo, el conjunto extremeño respondió con un triple de Berzins y, paulatinamente, fue equilibrando fuerzas, a pesar de los numerosos errores y la precipitación sobre todo en los lanzamiento desde más allá del 6,75.

A Diego Ciorciari le costaba cada vez más dar con la tecla del tempo del partido mientras Cherry empezó a anotar y asistir. Tras un mate de Naymick a asistencia del base, el Cáceres 2016 tomó su primera ventaja (11-10). A partir de entonces el equipo de Paco Olmos, arropado por un centenar de seguidores en las gradas, comenzó su cuesta abajo.

Los de Maó se mostraban espesos en ataque y cada vez más blandos en defensa donde perdieron fuerza, intensidad y sacrificio. El final del primer periodo se al empezaba a reverdecer viejos recuerdos de la última mala dinámica menorquina (18-15).

Y, si el primer cuarto fue para olvidar, el segundo fue aún peor porque el equipo de Olmos acabó tirando el partido prematuramente. En estos diez minutos, el viveMenorca sólo consiguió dos canastas en juego. El resto fueron lanzamientos desde la línea de personal.
Durante los compases iniciales, el equipo se mantuvo en el marcador pero un parcial de 13-1 para los anfitriones, liderados por Perico Sala en lugar de Cherry y los hombres de banquillo de Aranzana, hizo saltar las alarmas en el banquillo mahonés. Una antideportiva a Ciorciari y dos triples, prácticamente consecutivos, de Sanguino obligaron al míster valenciano a solicitar tiempo muerto para buscar una solución que no encontró (40-22, minuto 17).

Las rotaciones tampoco daban resultado. Otegi no se mostraba contundente en la pintura y Caio Torres purgaba en el banquillo otra vez porque su defensa no había agradado al entrenador. A Guzmán también le costaba eliminar el buen ritmo imprimido por Sala y sólo Victor aportaba algo jugando en ocasiones como '4' aunque al descanso el tanteo era elocuente (45-30). El Menorca sólo había anotado dos canastas en juego.

Y, tras el paso por vestuarios, se acabaron cumpliendo los malos augurios. La segunda parte fue un calco de lo que habían sido el final del primer cuarto y el desarrollo del segundo. El ViveMenorca seguía sin defender, mientras que el Cáceres aprovechaba las lagunas y los momentos de buena racha para abrir una brecha inalcanzable en el marcador. Un parcial de 11-2 de salida colocó a los extremeños con 24 puntos de ventaja (56-32). Sólo Cuthbert Victor y el trabajo del brasileño Caio Torres sostenían un ridículo ataque balear.

Paco Olmos movió y trató de buscar soluciones, pero todo hacía indicar que no era el día del ViveMenorca. Los fantasmas volvían a la cabeza de los jugadores visitantes. Además, el Cáceres, que esta vez dio la de cal, recuperó las buenas sensaciones como local, al igual que ante CAI Zaragoza y Breogán de Lugo, con casi todos sus hombres muy concentrados y el triunfo en la mano.

Con 25 arriba en el último cuarto (66-41), y nublado el horizonte para el ViveMenorca el equipo consiguió, al menos, maquillar los guarismo, favorecido quizás porque Aranzana dio minutos a los menos habituales -como al junior Luis García. El Cáceres se pasó casi cuatro minutos sin anotar, lo que aprovechó el Menorca, sobre todo desde la línea de tiros libres -anotaron la mitad de sus puntos desde el 4,60-. Un parcial de 0-13 con Marc Fernández y Cuthbert Victor como estiletes, sirvió para que, al menos, el resultado no sonrojara al centenar de aficionados que, ya hacía rato, habían bajado los brazos.
Sobraron los últimos minutos, pero al menos a los jugadores de Paco Olmos les sirvió para salvar el average. Triste consuelo para tan pésimo partido que reabre todas las dudas en torno al equipo.

Olmos: "Pido perdón a los aficionados de Menorca"
Paco Olmos no puso paños calientes a la derrota y esta vez sí criticó abiertamente al equipo tras el mal partido jugado ante un rival, el Cáceres, que le dio una lección de concentración y espíritu ganador. Paco Olmos declaraba que "nuestro baloncesto se basa en concentración, dureza, defensa e intensidad, de lo que carecimos durante treinta minutos. Hemos jugado un pésimo partido, y sólo me queda pedir disculpas a la afición que se ha desplazado aprovechando las festividades, y no poner excusas porque no hemos tenido el comportamiento mínimo que se nos ha de exigir en una cancha de baloncesto para ser fieles a este club".

El técnico de los menorquines comentó respecto a la racha negativa que "fuimos capaces de romperla la semana pasada, pero hoy, sin intensidad ni defensa, no se puede ganar el partido. Menos anotando apenas 60 puntos. Éste no es el camino".

Felicitó el valenciano al Cáceres por la victoria y su buen trabajo. Y sólo rompió su amarga comparecencia para valorar positivamente que "al menos hemos salvado el basket average".

Todo lo que dijo Olmos fue bastante negativo. "Me siento muy decepcionado: cuando lo pasas mal y levantas la cabeza, no nos pueden suceder estas cosas y no es porque no podemos o no sabemos. Ésta no debe ser la imagen del Menorca Bàsquet. Tenemos que ser todos responsables. Llega el momento decisivo de la competición, y este comportamiento provoca decepción. Con orgullo y con los que estamos lo tenemos que sacar adelante. Este golpe nos debe espabilar por última vez. Ganar aquí es difícil pero otra cosa es lo que hemos hecho".

Respecto al mal partido de Umeh o, otra vez, el largo tiempo de Caio Torres en el banquillo, dijo que "ha sido un mal trabajo global, más allá de lo que hayan aportado los jugadores individualmente. Pero mi equipo juega desde la defensa hacia el ataque y el jugador que no lo hace así no tiene minutos".