Caio Torres. El pívot brasileño se eleva ante Lorant y Anagonye - Javier

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Encuentro que rayó en lo ejemplar, el que brindó ayer tarde la versión A del ViveMenorca –la buena– a su afición saldado, además, con otro triunfo fundamental (87-81) que restaña, en parte, la imagen inexplicable de siete días atrás en Inca. El día que este equipo sepa no ya ganar, sino competir fuera de la Isla y entierre su versión B, tendrá un futuro despejado porque al abrigo de sus seguidores las posibilidades de derrota son siempre mínimas.

Ayer el combinado mahonés se deshizo de un Burgos mermado por la baja de su base titular, Chris Hernández, pero montado a lomos de ese viejo conocido héroe del ascenso, Alberto Miguel, un 'crack', que a punto estuvo de guillotinar a su ex equipo en los últimos minutos.

El Menorca supo ganar y lo hizo a partir de un buen trabajo atrás, el acierto insólito en el tiro libre (20 de 23 lanzamientos) y la aparición de todos sus hombres importantes: Umeh, Turner y sobre todo, Caio Torres. El pívot brasileño, con 29 minutos en cancha, destapó su manual ofensivo con su tirito habitual sin menoscabo de sus prestaciones defensivas. Y junto a ellos un Cuthbert Victor que fue el MVP del partido como jugador plural y lanzado hacia su mejor versión ahora que llega el momento clave de la Liga.

Espesura absoluta en la propuesta del ViveMenorca nada más ponerse el balón en juego. Las constantes alternativas defensivas del combinado burgalés dañaron la producción ofensiva del equipo de Olmos que muy pronto halló problemas propios y ajenos ante la canasta rival.

Iván Corrales impuso el ritmo apropiado a los suyos y Manu Gómez retrató a Caio Torres en el poste bajo (2-9, a 6'20 del final del cuarto). No hallaba respuesta el Menorca arriba y el primer amago de pitada llegaba con 6-14 en el luminoso y 4 minutos por delante. Al tiempo muerto de Olmos en medio de caras de reprobación en la grada, le seguía un minuto después, con 10 arriba para el Burgos (8-18) la alternativa a Ciorciari, un mes después de su lesión, mientras Marc Fernández reemplazaba a Umeh. Un triple sobre la bocina del recordado Alberto Miguel mantenía la renta de 8 puntos para los castellanos (14-22).

Aranzana apostó por Morley y Blair en la pintura ante Monti y Turner en la reanudación del juego, y su equipo, eficaz en el perímetro, incrementaba la ventaja frente al ataque trabado de los mahoneses que con 16-27 presionaban tras tiro libre. El juego se convirtió entonces en una batalla equilibrada desde los 6,75 metros. Primero Marc y Gusi recortaron diferencias (26-31), pero Miguel y Corrales devolvieron el parcial de 0-6 (26-37). Olmos recurrió a Victor en el '4' y el de las Islas Vírgenes, sin complejos, tiró de los suyos ante los reiterados errores de Diego Sánchez, negado en los triples, para reducir la desventaja con 7 puntos prácticamente consecutivos que dejaron el marcador en 32-38 al descanso.

Desde la defensa se planteó la batalla en el tercer acto y ahí el ViveMenorca rescató su viejo manual. Caio Torres y un motivadísimo Rahshon Turner, se erigieron en dominadores del ataque. Guzmán abandonaba la pista nada más iniciarse el juego, lesionado en el tobillo, y Ciorciari regresaba a cancha pero en plena remontada Olmos le frenaba en previsión de un final ajustado dando los galones al joven Iván Llull. Tras un 42-48 en el marcador, fruto de la arrancada de Morley, el Menorca renacería con un parcial de 9-0 (51-48) que le pondría por delante hasta el final del envite.

El Burgos perdió el feeling en el perímetro, Morley, el único que había anotado, se esfumó y por dentro Caio y Turner barraban el paso a Lorant y Gómez. Iván Llull dirigía con aplomo los ataques estáticos y con él en pista el Menorca culminaba su avance a pesar de la defensa zonal de los castellanos.
Aranzana devolvió a Miguel a pista y un triple suyo dejó el marcador en 56-54 al final del tramo.

La afición menorquinista había vuelto a ponerse incondicionalmente al lado de los suyos, y el equipo, más concentrado que nunca con lo que tenía entre manos incrementaba sus ventajas a partir de los triples de Marc y Umeh (68-61 a 4'59) y a un trabajo excepcional de Víctor como alapívot junto a Monti primero y Caio, después. Miguel y Morley replicaban y situaban al Burgos a 4 puntos (73-69) a 3'27 del final. El ex menorquinista asumía los ataques de su equipo y le mantenía con opciones (76-73, a 1'27) mientras Victor y Caio eran los referentes locales. Un triple de Umeh a 46 segundos del final (81-75) parecía definitivo: Miguel convertía otros tres puntos, pero fallaba un tercer triple y hasta el bocinazo, Ciorciari y Caio Torres ponían a buen recaudo una victoria terapéutica gracias a su acierto en los tiros libres.