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Crónica de una permanencia anunciada. Así de claro. Las matemáticas, que son muy caprichosas, retrasaron un par de jornadas la salvación matemática del equipo de Joan Esteva que ayer, en un partido algo soso, sumó el ansiado punto que les faltaba en un empate a cero, mientras despedía a la afición regalándoles, un año más, fútbol de Segunda B.

Descafeinada. Y huérfana de dominador claro. Así fue, senzillamente, la primera parte, donde el Real Mallorca puso el criterio y el Sporting Mahonés, las ocasiones. El partido arrancó con cierto recelo entre los dos equipos. Los pupilos de Jaume Bauçà, sin nada que perder ni ganar, salieron a por el control del esférico y así lo lograron en los primeros minutos, con mucho protagonismo para el ex del Sporting Ruben Carreras por la derecha, aunque sin acierto.

Por los locales, lo de siempre. Sin Libo, sancionado, Pedro retrasó su posición, ensuciando sus habituales tareas. Al partido le faltó chispa en los primeros veinte minutos, donde se podría llegar a decir que incluso fue aburrido, a pesar de que la afición sportinguista respondió al último envite de su equipo en casa en masa, un milar de personas llenaron las gradas de Bintaufa.

La primera ocasión, y la más clara del primer acto, la tuvo Guiem Martí, en el minuto 30, cuando recortó al portero Tomeu en un palmo de campo pero su remate, algo escorado, se perdió por arriba. Poco antes, el Mallorca gozó de su primera opción en un saque de falta rápido que pilló desprevenida a la zaga blanquiazul y que dejó a Castellano solo ante Eloy, que resolvió muy bien.

Con el Sporting desperezándose, el partido mejoró con creces y los locales mostraron un juego más desinhibido que no obtuvo premio antes del descanso, a pesar de que Moyano, en el 32, pudo marcar en un remate de cabeza en el área pequeña que cruzó en exceso.

Dominio bermellón

Tras la reanudación, los de Joan Esteva siguieron cediendo el balón al Mallorca que retuvo el control, sin llegar a generar ocasiones claras. El menorquín Sergi Enrich protagonizó una entrada al área que cortó Sergio cuando se disponía a chutar. El '9' bermellón dejó su lugar a Nacho poco después, en medio de una ovación del público.

La mejor oportunidad para el equipo local llegó a los 83 minutos cuando un remate de Raül lo conectó Guiem, a bocajarro, pero Charlie, sobre la línea, despejó a córner.
Poco más en una segunda parte un poco más animada, pero sin ocasiones clares.

Fue la crónica de una permanencia anunciada que se cerró en un partido que se olvidará rápido.