COCHES POR CABALLOS. Los jugadores entraron en la plaza y está repleta, como en el jaleo de las fiestas de la Mare de Déu de Gràcia, estalló en vítores a los héroes del ascenso - Gemma

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La cita para recibir a la plantilla era a las 22 horas en la Plaça Constitució pero mucho antes ya contaba con una nutrida representación de aficionados impacientes por ver a los artífices del ascenso. Cánticos como "el año que viene, Menorca es ACB", "ACB, ACB, ACB", "adiós, a la LEB adiós" o "Menorca Bàsquet" hicieron la espera menos larga y encendieron aún más los animos de las cerca de 5.000 personas, hasta que a las 22.25 aparecieron los protagonistas en varios vehículos descapotables preparados para la ocasión. Mientras avanzaban lentamente entre la multitud, el speaker coreó el nombre de todos los integrantes de la plantilla ante la ovación de los aficionados, preludio a la aparición de todo el grupo en el balcón del ayuntamiento, donde les esperan el alcalde de Maó, Vicenç Tur, y el presidente del Consell, Marc Pons. Equipo y afición cantaron al unísono el "campeones campeones", que dio paso a los discursos. El primero en hablar fue Vicenç Tur, que afirmó que "Menorca vuelve a ser capital del deporte en toda España". Acto seguido fue el presidente, Benito Reynés, quien dio las gracias a la afición, al igual que el entrenador, Paco Olmos. A continuación les tocó el turno a los jugadores, que uno a uno se dirigieron al público siendo el capitán, Urko Otegi, uno de los más aplaudidos y vitoreados al grito de "Urko, Urko" y "Urko menorquí". Mención especial para Michael Umeh, que se arrancó en castellano y para Iván Llull, que como si de su hermano Sergio en Vistalegre se tratara, fue aclamado al grito de "Llull Llull". El cuerpo técnico también tuvo su minuto de gloria y entonando "Un senyor damunt un ruc" todos juntos, se despidieron de la afición.