estatua de mandela. Bravo y González junto a la estatua del mítico presidente en Johannesburgo - j.b.

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Lo principal es que ganamos a Honduras y que junto a la victoria de Chile a Suiza por la mínima, nos permite ilusionarnos para que en Ciudad del Cabo podamos ver aún a España en el Green Point Stadium, al ser primera de su grupo.

En la mañana del partido ante Honduras, horas antes del encuentro, estuvimos en Nelson Mandela Square de Johannesburgo. El ambiente allí ha sido impresionante. Españoles y hondureños dieron mucho colorido a la plaza, con cánticos variados. Más originales los hondureños que los nuestros con el alabinbomba y el alcohol, alcohol alcohol…

Nosotros al final encontramos a nuestros amigos de Tampa, Felix y Victoriano, y también algún amigo de la tele de otros mundiales.

La llegada y la salida del estadio fue un poco problemática. La llegada por ocurrírsenos ir en coche hasta el estadio. La caravana duró casi tres horas hasta el Ellis Park Stadium. La salida por tener que recoger el coche de un lugar al que tuvimos que llegar por fotos que habíamos ido haciendo antes de entrar. Y también por encontrarnos varios chicos "guarda coches ", que tuvimos que arreglar con varios cientos de Rans. Finalmente a las 12 de la noche llegábamos a nuestro motel. Bastante acongojo en esta última hora, seguro que más por imaginación que por riesgo real.

Llegamos el lunes a Johannesburgo desde el Parque Nacional Krugger tras 500 kilómetros de carretera y 7 horas de volante. Las carreteras están mejor de lo que se pudiera pensar antes de venir. Todas en general.

Logramos llegar aquí antes de que anocheciera pues Johannesburgo es la ciudad de la que todo el mundo cuenta que hay robos, crímenes, pero de la que no conoces a nadie que le haya pasado nada en concreto. En el distrito de Sandton, el domingo pasamos una rato muy entretenido. En el Montecasino, lugar donde se ubica una de las zona de FIFA fans en Johannesburgo, estuvimos viendo el 3-1 del Brasil-Costa de Marfil. Destacar, como pasó ya con Etoo y Camerun, la manera de celebrar los goles que tienen los sudafricanos. Es impresionante, aunque pierdan como en ambos casos. Es difícil esto trasladarlo a Europa, por ejemplo con Francia e Italia.

Echando la vista atrás, salimos desde Durban al día siguiente del fiasco contra Suiza, subiendo por la costa del Océano Índico, pasando por el parque de Santa Lucía, pero nos faltó tiempo para visitarlo.

Tras 9 horas de coche llegamos a Mbanana, capital de Suazilandia, tras cruzar el país de sur a norte. Espectacular el pase de aduana en su entrada al país.

Finalmente por la tarde llegamos a nuestro lodge. El único lugar que teníamos reservado desde Menorca. El motivo es porque sus propietarios son españoles, de Pamplona. Alucina la historia de dejar todo para empezar una vida nueva tan lejos. Super amables y la ventaja de poder moverse aquí con sus consejos en nuestro idioma.

Suazilandia tiene un millón de habitantes escasos. Su capital, Mbanane, tiene 100.000 y Manzini, la segunda ciudad, 110.000, siendo la capital industrial y donde se encuentra el único aeropuerto internacional del país. Digna de ver la terminal. Allí dejamos a Rafa. El volvía ya para Menorca. Lo echamos de menos enseguida. El reino de Suazilandia es un país con 17.000 kilómetros cuadrados, unas 25 veces Menorca.

Estuvimos tambien en esos dos días escasos en el parque nacional Hlane. La experiencia en cuanto a la visita de animalitos fue fantástica. No había muchos pero la forma de verlos fue excepcional. Andar a 10 metros de los rinocerontes blancos y fotografiarlos tan de cerca, meterse entre manadas de elefantes con el jeep, fue un espectáculo difícil de repetir.

Decir delante significa rozando el vehículo. Si no hubiera fotos sería difícil de creer. Era increíble como el guía dominaba el asunto metiéndose entre moles de cuatro toneladas.

Ya de camino hacia el norte, de nuevo a Sudáfrica, fuimos hacia el parque nacional Krugger, con el objetivo de seguir viendo todos los animalitos que la suerte nos deparó posteriormente. Vimos muchos y muy cerca de ellos.

Ya en Johannesburgo, la ciudad tan respetada y tan temida por los continuos comentarios que se hacen sobre robos y asaltos, está plagada de policías, tanto en coche como de a pie. Muchísimos.

Nuestro nuevo destino es Potchefstroom, donde está concentrada España. Pensamos estar un par de días allí y luego volver a Johannesburgo para nuestro partido en Pretoria mañana viernes.

Un saludo como siempre a nuestra familia y amigos.