guzmán . Está a la espera de saber dónde jugará la próxima temporada - Archivo

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Debutar en la mejor liga de Europa, vivir un descenso o recuperar la máxima categoría una temporada después han sido algunos de los acontecimientos que ha vivido Josep María Guzmán, 'Gusi', en sus tres años en el ViveMenorca. Una etapa de la que guarda buenos recuerdos, pero en la que también ha vivido situaciones difíciles, especialmente tener jugadores por delante en su misma posición o disponer de pocos minutos, factores que le han hecho madurar a lo largo de estos tres años. Mientras estudia ofertas para la próxima temporada, hace balance de su estancia en la Isla y en el equipo menorquinista.

¿Qué valoración hace de sus tres años en Menorca?
Bueno, la verdad es que ha habido un poco de todo. El primer año hubo un poco de incertidumbre porque venía de tercer base, pero la confianza que me dio Ricard Casas me hizo ver que si seguía trabajando tendría mi oportunidad. Fue un año importante para mí, seguí trabajando a pesar de no tener minutos y me dio la oportunidad de jugar en la segunda vuelta, tener minutos y ganar confianza. El segundo año empezamos con mucha ilusión, con un equipo más competitivo, pero las cosas no salieron como queríamos y bajar fue un duro golpe. El tercero teníamos la ilusión de sacar el equipo adelante y ponerlo en su sitio, que es la ACB. Ha sido un año difícil, pero al final hemos conseguido subir un año después de bajar.

¿Quizás se dispararon las expectativas con usted tras el primer año?
Las expectativas eran las que eran. Vine casi el último jugador y el año fue bastante bueno, era la realidad. El segundo año no me ayudó mucho tener un base americano porque absorbía muchos minutos y protagonismo. En ese sentido me perjudicó, y volver a repetir lo del primer año sin disponer de muchos minutos era difícil.

¿Qué cree que le ha faltado para consolidarse?
El primer año es muy difícil con pocos minutos arreglar un partido que estaba mal y solucionarlo. Me ha faltado sentir la confianza del entrenador y que si estás en la pista y fallas, que te deje seguir. Nunca he sido el base predilecto del entrenador, pero estoy contento por mi trabajo y los minutos jugados.

¿Cuál es su mejor recuerdo?
Volver a jugar en ACB, que era mi reto y ver si podía competir. He visto que sí puedo, pero hay que trabajar duro. Esto y el ascenso a ACB, el primero que tengo y ver a la afición y a toda una isla conjunta celebrándolo.

¿Y el peor?
Situaciones malas del segundo año, una destitución del entrenador, problemas internos del club y la incertidumbre de bajar porque se había creado un grupo humano muy bueno.

¿Ha madurado al tener que superar tantas críticas?
Lo importante es no hacer caso a los medios de comunicación y no entrar ni valorar. Conozco a las personas que me quieren y las que no, y soy libre de elegir que críticas coger entre las constructivas y las negativas. No me han afectado.

¿Cree que ha gozado de la confianza del entrenador?
Con Ricard Casas sí, porque no le importa el nombre sino quién lucha y trabaja. Me dio la oportunidad de entrar en la élite, en la ACB, y le estoy muy agradecido.

¿Cuál ha sido el mejor de todos los que ha tenido a lo largo de estos tres años?
Javier Imbroda estuvo poco tiempo y no lo puedo valorar, fue muy rápido todo aunque hizo todo lo posible, pero no era un problema del entrenador. Ricard ha sido el mejor, me dio la oportunidad de moverme en la mejor liga de Europa y codearme con los mejores.

¿Esperaba no continuar?
Somos profesionales y conocemos este mundo y durante el año se veía por donde iban los tiros. No hacía caso a los rumores y los medios de comunicación, pero un jugador tiene 'feeling' con su equipo y a final de temporada no lo tenía. Cuando me lo dijeron, no fue una sorpresa.

¿Cree que tenía sitio para continuar en el equipo?
Sí, pero los jugadores con contrato han sido un problema. El club no se la quiere jugar con dos bases que no tienen mucha experiencia en la ACB y al continuar Diego Ciorciari no me quedaban muchas alternativas.

¿Qué planes tiene de futuro?
Ahora es la época de la rumorología y todavía no tengo ofertas al cien por cien verídicas. Los equipos están a la expectativa de las instituciones para saber con qué presupuesto contarán la próxima temporada. Han llegado ofertas a mí agente pero las estamos estudiando aunque el tema económico lo ralentiza todo.