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El color rojo se ha impuesto en la Isla a cualquiera de sus rivales de la gama cromática durante el mes de junio y primeras dos semanas de julio, y en especial, desde el mismo domingo por la noche instantes después del gol de Iniesta que hizo a España campeona del Mundo de fútbol. La apuesta de quienes adquirieron en su día la camiseta de la Selección no pudo resultarles más rentable.

La gente menorquina se echó a la calle para celebrar el éxito sin precedentes de la Selección situada como la mejor del planeta por méritos propios, y lo hizo hasta altas horas de la madrugada.

La explosión de júbilo fue conjunta en los diferentes núcleos de la geografía insular, tanto en las poblaciones como en las urbanizaciones. Por ejemplo, los ingleses que pasan parte de sus vacaciones en Son Bou se alinearon con 'la roja', tal y como se aprecia en la imagen derecha captada en el local Joseph Place. Algo similar sucedió en Can Miquel, en Fornells, como en otros muchos locales que rivalizaron con pantallas situadas al aire libre. Nadie se perdió el partido.

La plaza de Es Born en Ciutadella fue otro de los puntos neurálgicos de la celebración del campeonato y su fuente permitió refrescarse a los más atrevidos.

El día después, es decir, ayer, fueron muchos los menorquines que regresaron a su rutina diaria ataviados con la camiseta 'roja' como prolongación al estado de felicidad que habían vivido la noche antes. En las calles fue ése el color protagonista.