Carreras. El calendario de la temporada se ha visto reducido en los últimos años, también por falta de patrocinadores - Archivo

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Al repasar superficialmente la situación del ciclismo en la Isla, se observa un panorama lleno de claroscuros. Existe total unanimidad acerca del creciente uso de la bicicleta como elemento de ocio, tanto por parte de los menorquines como de los turistas que acuden en número creciente a pedalear por Menorca. En cuanto al ciclismo de competición, a pesar de que, según datos de la Federación Balear el número de fichas se ha doblado con creces en los últimos ocho años (los federados han pasado de alrededor de cien hace ocho años a los 224 actuales), la estructura deportiva se está tambaleando a causa, sobre todo, de los recortes en las ayudas y esponsorizaciones que ha provocado la crisis económica.

El presidente de la Federación Balear de Ciclismo, el mahonés Arturo Sintes, celebra que en la actualidad "tenemos a profesionales como Albert Torres y David Alonso, que están entre los mejores velocistas de España", y no olvida a los jóvenes Rubén Sánchez y Biel Domingo, que se encuentran formándose en el Centro de Tecnificación Deportiva 'Illes Balears", en Mallorca. Sintes también se felicita por el hecho de que la Federación autonómica tenga, por primera vez, un presidente (él mismo) y una vicepresidenta (Pilar Servera) menorquines.

Sin embargo, al mirar con más detalle los datos, como por ejemplo el número de federados, se aprecia una gran desigualdad territorial. "La mayoría de las nuevas fichas de los últimos años proceden de Ciutadella", explica Sintes. Este hecho se debe a que es en la localidad de "ponent" donde se encuentran las dos únicas escuelas de este deporte que funcionan hoy en la Isla. "Ciutadella es el segundo municipio balear, sólo por detrás de Palma, con más ciclistas federados", remata.

La gran afición que existe en ese municipio se debe, según Sintes, a que Ciutadella es "la Holanda de Menorca: es llana, tiene carriles bici y mucha gente se desplaza en bicicleta". Pere Català, presidente de la Penya Ciclista Ciutadella, la que cuenta con más socios en toda la Isla, acierta a explicar que "los clubes de la ciudad trabajamos mucho".
Además de este hecho, lo cierto es que, tal y como afirma el propio Català, el ciclismo competitivo "no se encuentra en su mejor momento en la Isla". El resto de los responsables de este deporte en los diferentes clubes coinciden en esta valoración. Los motivos son económicos.

El impacto de la crisis
"No es que la crisis haya afectado mucho, es que ha afectado muchísimo", señala con preocupación el presidente de la Peña Ciclista Mahonesa, Tomás Fulgueyra, que ofrece unos datos dramáticos: "hemos perdido 28 patrocinadores en año y medio", relata.

No es el único caso. "Con la crisis es más difícil encontrar patrocinadores, y han disminuido las ayudas públicas", explica Català. Así las cosas, no es de extrañar que celebrar carreras se haya convertido en una misión difícil. "Cada vez nos exigimos más y pagar los gastos de arbitraje, ambulancia, médico, montaje, premios, etcétera, es muy complicado", narra el ciutadellenc. De hecho, ahora se organizan algunas carreras menos que hace un par de años, según el presidente de la Federación Balear.

También las instituciones públicas han cortado el grifo de las ayudas. "Hay menos apoyo para desplazamientos, menos ayudas para financiar los gastos que conlleva la competición, y nos estamos estancando", critica Fulgueyra. "Las administraciones se están volcando en unas disciplinas y están abandonando otras". "Hay deportes que reciben subvenciones de todo el mundo, nosotros, no", conviene Enrique Cardona, responsable del Club Ciclista Centre de S'Illa.

Cicloturismo
Ante esta delicada situación en el ciclismo competitivo, el uso recreativo de la bicicleta pasa por días dorados. José Ángel Fernández, de la Asociación Cicloturista de Menorca, asegura que se trata de "una disciplina en auge". Explica que está creciendo especialmente el número de personas que salen de excursión con su bicicleta de montaña, "porque es menos exigente que la de carretera". En la federación balear estiman que la Isla cuenta con unos 600 ciclistas que disfrutan de este deporte sin estar federados.

En resumen: mientras el tejido competitivo sufre por la crisis, cada vez más gente sale a recorrer la Isla en bicicleta.