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Esto es lo que hay, aunque de momento el club, sin que se conozcan los motivos, continúa sin dar oficialidad a ninguno de los cuatro fichajes que tiene apalabrados, y en algunos casos firmados sus contratos, desde hace muchos días. Jakim Donaldson, Rafa Huertas, Raviv Limonad y Miki Servera, este último el joven base mallorquín procedente del Clínicas Rincón, que llega como cedido por el Unicaja, son las cuatro novedades, hasta el momento para el plantel que preparará Paco Olmos por segunda temporada consecutiva.
Se trata de un ramillete de jugadores a los que une un supuesto denominador común: las ganas por hacerse un nombre del que ahora carecen en la denominada primera liga de Europa. Los cuatro se unirán a Diego Ciorciari, Diego Sánchez, Cuthbert Victor y Urko Otegi. Falta la contratación de un '5' comunitario que, en buena lógica debe ser, sino la estrella de un equipo de obreros de la Liga, sí uno de sus principales referentes. Caio Torres u otro pívot completarán la plantilla.

Servera y Faner
La última apuesta por el joven base Micki Servera (18 años, 1,98 metros) ha revelado con mayor claridad la escasez de recursos que tiene el club para confeccionar la plantilla, en todo caso, un mal que invade a la mayoría de equipos más modestos de la Liga. Es muy probable que Servera sea la pareja de Ciorciari para la dirección del juego, con una tercera alternativa que sería Joan Faner, en el caso de que Oriol Humet, hoy mismo, logre convencer al base de Ciutadella para que acepte la propuesta menorquinista, trabaje con el equipo ACB y juegue normalmente con el Jovent en EBA. El jugador considera un paso atrás jugar en EBA tras haberlo hecho con asiduidad y buen rendimiento en la LEB Plata.
La plana mayor del Menorca, con la aprobación de los aficionados, tal y como se desprende en la encuesta que publicamos hoy, se resigna y comprende que éste es el camino obligado, dadas las circunstancias, para no estirar más el brazo que la manga. Y es que los antecedentes pesan y asustan.