El Menorca Bàsquet se volvió a llevar el triunfo en el Trofeu Diada de Mallorca ante el Bàsquet Mallorca en un partido en el que se vio la mejor versión del alero Cuthbert Victor, que acabó con 14 puntos, así como los 15 que aportó Rafa Huertas. Los hombres de Paco Olmos afrontaron el penúltimo partido de la pretemporada con la baja del israelí Raviv Limonad que celebraba el Yom Kipur, Día del Perdón, para los judíos.
Fuerte salida del Menorca Bàsquet que de entrada pasó por encima de los inquers gracias a la superioridad de Donaldson y Victor. Los dos jugadores americanos impusieron rápidamente su mayor calidad y mostraron que deben ser la referencia ofensiva del equipo. El Mallorca demostraba demasiada falta de aclimatación y nervios en sus sistemas, de ahí que los de Paco Olmos asestaran un correctivo inicial de 4-14 que fue in crescendo ante el desconcierto local. El Mallorca no encontraba el aro menorquín ni lograba acabar sus ataques, un despropósito que se traducía en el 10-24, tras los primeros 10 minutos.
Desde la defensa Xavi Sastre, técnico local, fue capaz de recomponer a su equipo. Un poco más de intensidad atrás se tradujo en confianza para los naranjas que empezarían a recortar diferencias, sentirse cómodos e incluso a olvidarse de la entidad del rival. Toni Vicens sería la sorpresa agradable de los inquers, que lograrían meterse a sólo 6 puntos del Menorca con un triple de Bivià, 27-34, cuando se cerraron los 20 minutos y la bocina señaló el camino hacia el túnel de vestuarios.
Sin nervios tras el descanso
Tras el descanso el equipo mallorquín siguió aplicado en defensa, pero el Menorca Bàsquet mantuvo su distancia de seguridad, que nunca bajó de los 5 puntos. El buen hacer de los hombres de Paco Olmos propició que los locales se desquiciaran y la anarquía en la que se sumió el tercer acto facilitó las cosas a los menorquines que pudieron correr y abrir un hueco en el marcador que sería definitivo. Al término del tercer cuarto el luminoso ofrecía un 37-58 que parecía definitivo para los intereses del Menorca Bàsquet.
Xavi Sastre ordenó la defensa en la que Huertas colocaba a los de Olmos con 19 puntos de ventaja en los primeros compases del último acto.
Cuando el partido parecía cerrado, el Mallorca optó por no perderle la cara. Ese desgaste en los compases finales redujo sensiblemente la diferencia en el marcador y dejó buen sabor de boca a la afición local, que en todo momento fue consciente de la entidad del rival, un equipo ACB.
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