Romo. El Mercadal, ayer de amarillo, apenas creó ocasiones ante el Llosetense - T.T.

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Jugar mal y no crear ocasiones suele tener por lo general el castigo de la derrota. Eso fue lo que le pasó al once de Yeray Rodríguez, que acusó las bajas ante un once local que reúne esta temporada calidad y pólvora en punta, aunque le costó Dios y ayuda doblegar a los mercadalencs (2-1).

Y es que los ayer 'amarillos' no dieron buenas sensaciones ya desde el arranque, con una mala primera parte, en la que se abusó del balón largo para intentar sorprender en vano a una avezada zaga local. Los primeros 45 minutos fueron perfectamente olvidables a nivel futbolístico, aunque el Llosetense, que arrancó tímido el partido, se soltó a partir del minuto 20

Tras tres avisos llegó el 1-0: doble intento de remate dentro del área menorquina de César Collado y Ángel, lo que sumado al fallo en cadena de la defensa visitante permitió a Javi Fernández, solo en el segundo palo, colocar en ventaja a los suyos. Justo y merecido.

Tras el descanso, y con la preceptiva lectura de cartilla por parte de un Yeray Rodríguez que ya con el juego en vivo no ocultaba su malestar por lo que estaba viendo, el Mercadal ofreció al menos intensidad y actitud. Juego, no demasiado, aunque su rival parecía acomodarse con la mínima ventaja que disfrutaba en el marcador. Y lo que son las cosas, cuando más 'muerto' estaba el partido, un balón al área local acaba en el pie derecho de Mario Mora, cuyo remate forzado pegó en la bota de su compañero David Camps, y tras increíble parábola, el balón acabó en el fondo de las mallas.

Con el 1-1, volvió a la carga el Llosetense, y el Mercadal, no se sabe si por presión del rival o por iniciativa propia, volvió a replegarse, volviendo a ser el equipo del primer periodo. Y como no podía ser de otra forma, yendo por ese camino, nada bueno podía llegar. Cristian paró todo lo que pudo menos el gol, de Toni López, tras saque de esquina, que cerraba de forma virtual el encuentro porque ya no hubo réplica mercadalense.