El segundo derbi menorquín de la temporada que debía enfrentar ayer en Las Arenas al Norteño con el CE Ferreries tuvo que ser aplazado a causa de la lluvia caída en las horas previas ya que dejó el terreno de juego impracticable.
El partido estaba previsto a las 12 horas pero la cantidad de agua acumulada hizo que se formaran numerosos charcos en varias zonas del terreno de juego, por lo que los dos entrenadores, Pere Vadell y Antonio Asensio, de común acuerdo, decidieron aplazar el encuentro, que se disputará el miércoles 8 de diciembre, coincidiendo con la festividad de la Inmaculada Concepción, si la Federación lo aprueba.
El colegiado designado para el encuentro, Bermúdez Balbín tampoco puso inconvenientes a la petición de los técnicos para posponer el encuentro. El hecho de ser dos conjuntos menorquines facilitó rápidamente el cambio de fecha, ya que si hubiera sido ante un equipo mallorquín o eivissenc habría sido más complicado al tener que encontrar nuevos pasajes para esas fechas.
Por otra parte si finalmente se hubiera disputado el encuentro el Norteño habría perdido una recaudación importante ya que se esperaba una buena entrada para ver el primer derbi menorquín de Tercera en Las Arenas.
Ambos quedan ahora en puestos de descenso aunque con un partido menos.
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