Afición. Escasea en el Municipal pese al fútbol de superior categoría que ofrece el club mahonés - Archivo

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No responde la afición menorquina al Sporting Mahonés en la segunda temporada de su segunda etapa en la Segunda División B, lo que genera una frustración lógica entre los responsables de la entidad que agotan sus ideas para incentivar a los seguidores.

La media de afluencia al Estadio Municipal ha descendido en más de 200 aficionados respecto al año anterior, además de haber visto como la masa social pasaba de 750 abonados a los 525. Ni la reducción del coste del carnet básico -uno de los más baratos de la categoría- que ha pasado de 165 euros anuales a 130 ha frenado las bajas en el censo del club.

La crisis y el regreso del Menorca Bàsquet a la ACB, principalmente, han aplacado la euforia inicial del pasado ejercicio cuando en la primera vuelta de la Liga el Municipal presentó sus mejores entradas. Muchos seguidores han tenido que elegir entre baloncesto y fútbol, y su elección resulta evidente.

Después de 18 años aguardando un nuevo fútbol, una categoría superior a la Tercera División, los números demuestran que el salto cualitativo evidente que supone la presencia en Maó de equipos de solera en el fútbol nacional no ha tenido la repercusión deseada. Ya el año pasado, el del retorno a Segunda B, la directiva que preside Paco Segarra aguardaba una respuesta mayor a la que tuvo. Pero en el segundo la pérdida de aficionados erosiona todavía más el entusiasmo de la junta que no oculta su desánimo ya no sólo por la pérdida de ingresos fundamentales para la continuidad del club en la Segunda B sino también por el respaldo menor que tiene el equipo en los partidos.

A la vista de la preocupante realidad, la directiva ha tenido que arbitrar otras medidas menos populares como son los precios de los carnets anuales. En siete partidos de Liga jugados en Maó ya ha tenido que decretar dos de ellos como jornada económica -ante Castellón y Orihuela- "porque necesitamos que entre capital en las arcas para cubrir pagos", explica el portavoz, José Pons. De hecho la plantilla ya ha sufrido retrasos en los cobros de alguna nómina esta temporada.

Las entradas en las jornadas económicas suben a los 25 euros mientras que los abonados pagan 5 euros. Es una forma clara de advertir la ventaja que supone abonarse para toda la temporada en lugar de pagar eventualmente. El precio habitual de las entradas es de 20 euros.

Además el Sporting ha condicionado este año la inscripción de los jugadores de su fútbol base a que sus padres se inscriban como socios, eso sí, a un precio de 50 euros. De esta forma, en términos globales los 250 niños de sus categorías menores suponen unos 100 carnets más para el censo social.