Albert Torres - Archivo

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Hay noticias que son agradables. Muy agradables. Como que el ciclista menorquín Albert Torres consiga, junto con el equipo español, una nueva medalla de plata. Esta vez, en la tercera prueba de la Copa del Mundo de pista que se celebra en el velódromo de Laoshan, en Pekín, una ciudad que el bueno de Albert podría haber visitado antes, en los últimos Juegos Olímpicos. Pero eso es otra historia, conocida pero con moraleja, que dejaremos para el final.

Esta nueva medalla empezó a forjarse tras dejar atrás al equipo de Gran Bretaña, en una gran lucha que se saldó por menos de una décima en el crono. En la final, contra Rusia, no hubo ninguna opción. A pesar de ello, tras estos dos últimos resultados y las dos pruebas anteriores a esta -en Australia y Colombia, donde no participó Albert-, la Selección Española lidera la clasificación general de esta competición con 24 puntos, dos más que los rusos.

Torres y el resto de sus compañeros seguirán en Pekín hasta mañana. Quedará una última prueba en Manchester de esta Copa que es preludio del Mundial, la cita realmente central en la que todos los ciclistas de pista quieren estar y que este año se disputa a finales de marzo en Apeldoorn (Holanda).

Hay otra cita importante cada cuatro años. Las Olimpiadas. Es la historia que queríamos dejar para el final y que tiene en Albert a uno de sus protagonistas. "El otro, quizá, no se sepa nunca...", nos sugiere Joan, el orgulloso -con todo el motivo- padre de Albert.

"Resulta que para los Juegos Olímpicos de Pekín del 2008 a Albert le dijeron que estaba seleccionado. Lo tenía todo preparado.Hasta las maletas tenía hechas. Estaba muy ilusionado, pero...". Pero hubo un chasco. "Se cambió el criterio. De los 9 seleccionados previstos se pasó a 8. Sin explicación. Todavía hoy nos preguntamos el porqué", indica Joan.

El tema es que Albert no se hundió. Siguió trabajando. "Esto es su vida. Casi no lo vemos", dice el padre. Hay una moraleja. Seguro que la entienden. "Un mes después de lo de Pekín, Albert ganó un Europeo". Sí, quizá sí que alguien se equivocó. Londres espera.