Afición. Con el partido decidido comenzó a abandonar el Pavelló mucho antes del final - Javier

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Por cuarto partido consecutivo, los jugadores lucieron sus peores caras en la zona mixta del Pavelló Menorca. Radenovic fue el primero en marcharse, mientras que los demás se lo tomaron con más calma.

El mallorquín Miki Servera reconoció que "sabíamos que iba a ser muy complicado" pero que al equipo le queda "seguir luchando y pensar en lo importante que será el partido de San Sebastián". El joven base, que tuvo más presencia de la habitual en pista, aseguró que "la zona ordenada por Pepu nos ha hecho mucho daño pero a parte en ataque han estado muy bien y nosotros no hemos encontrado el ritmo del partido sin estar cómodos en ningún momento".

Servera comentó que "el vestuario está fastidiado porque la derrota ha sido dura" y admitió que "viendo el partido es normal que la gente se haya desanimado pero tenemos que levantarnos todos".

Otro que cumplió y atendió a la prensa fue el capitán Otegui que reconoció: "Estamos tocados, no nos han salido las cosas como queríamos y hemos sufrido una derrota grande" y lamentó que doliera "ver como la gente se iba al final del tercer cuarto", porque "todos sabemos que estamos aquí gracias a la afición y al trabajo del año pasado y tenemos que ir todos a una". Sobre el rendimiento del grupo, el capitán aseveró que "el equipo lo da todo, nadie puede tener queja de la actitud de los jugadores y cuando no entran los tiros y te silban en casa duele".

Diego Ciorciari salió del vestuario con un gesto serio y cojeando ligeramente. "La derrota ha sido más dura que los golpes, el equipo trabajó durante la semana para ganar y nos hemos encontrado a un equipo muy serio, con una zona tramposa y sin la efectividad que requería la victoria". Sobre el público, el argentino dijo que "la gente es exigente y quiere resultados; nosotros estamos tranquilos porque lo damos todo en la cancha y no podemos caer en los mensajes del público".

Preguntado por el partido, el base admitió que "dominamos el ritmo al inicio, sabíamos que iban a poner la zona con hombres altos y caímos en su trampa" y "al tercer cuarto nos quebraron y se fueron de 20 y ya no pudimos hacer más". Al saber que el Manresa había ganado, el argentino advirtió que "sabemos que los deberes los tenemos que hacer nosotros y ahora mismo si los rivales no ganan y nosotros tampoco, será el Menorca el que descienda".

Preguntado por sus sensaciones sobre la pista, Ciorciari señaló que "tengo los gemelos un poco cargados por la falta de ritmo pero no son excusas, traté de ayudar al equipo pero no sirvió, perdimos todos".