Naturaleza y deporte. Esta vuelta ofrece panorámicas exclusivas - niní marqués

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Todavía falta un mes, pero la expectación es máxima. La Volta a Menorca en BTT llegará a su séptima edición los días 29, 30 y 31 de octubre con la peculiaridad de que será la primera ocasión en la que los participantes de fuera de la Isla superarán el número de usuarios locales. A pesar de que el periodo para darse de baja de la competición todavía está abierto, la organización, que corre a cargo de la Penya Ciclista Ciutadella, estima que de las 500 plazas designadas a participantes, unas 280 estarán reservadas a ciclistas venidos principalmente de Mallorca y Cataluña, complementados con grupos del resto de la Península.

El número definitivo de corredores que tendrá la prueba todavía no se puede estimar. A pesar de que la organización limita el cupo de participantes a 500 plazas por motivos de seguridad y para un mejor desarrollo de la prueba, cada año esta cifra se ve superada en creces con la incorporación a última hora de algunos compromisos de la organización así como guías y demás.

La prueba, que cuenta con unas panorámicas de la Isla excepcionales, pretende ser un elemento sociodeportivo antes que una carrera puramente competitiva. La Penya Ciclista Ciutadella busca explotar los recursos naturales que ofrece Menorca -rutas, carreteras, caminos...- causando el menor impacto posible y respetando la naturaleza.

Además, la prueba se ha caracterizado en los últimos años como un punto de reencuentro entre amantes del ciclismo de fuera de la Isla. El recorrido de las tres etapas que integran la prueba no se desvelará, en principio, hasta el día 29 de octubre.