Actividades. El centro alberga baloncesto, fútbol, atletismo, petanca y ‘joc de sa bolla’, entre otros - Archivo

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"En ese tiempo mandaba la política. Nos enteramos de que la Falange quería crear el centro y algunos, que no pensábamos igual, entramos porque no queríamos que el fuese de un solo color político. No éramos infiltrados, simplemente pensábamos diferente. Hubo alguna 'enganxada', pero no llegó a más".

Ayer, Guillermo Orfila Gomila, de 76 años, 'viajó' en el tiempo hasta el 28 de septiembre de 1971, para recordar los inicios del Centre Cultural i Esportiu de Sant Lluís, con motivo de su 40 aniversario.

Y no fue el único. Biel Pons, Damià Vinent o Paco Seguí, voces autorizadas en la entidad, rememoraron experiencias para celebrar la efeméride. Imaginarse la importancia del CCE sin ser del pueblo resulta imposible.

Cuando uno se zambulle en su historia y conoce a sus protagonistas se da cuenta de que la entidad se ha construido a base de sudor, sacrificio, ilusión y, para qué negarlo, cierta valentía, como la que tuvo la junta presidida por Biel Pons, cuando aprobó la compra del edificio "por 14 millones de pesetas", recuerda. "Creo que es el mejor día de mi mandato (1975-1988) porque éramos una asociación sin sede y si no lo hubiésemos comprado habríamos dejado de existir".

Pero volviendo a aquel 28 de septiembre, Santiago Pons, Francisco Coll, Biel Pons, Guillermo Orfila, Damià Vinent, Bartolomé Vidal, Conrado Teixidor, y los ya desaparecidos Miguel Carreras, Guillermo Pons, Francisco Mercadal y Francisco Amador, entre otros, dieron el primer paso para la creación de la entidad. "Hablamos, tuvimos muchas reuniones, había buena predisposición y sin demasiado politiqueo, decidimos crear el centro. Fue memorable", explica Vinent, en una versión que difiere ligeramente de la de Orfila. Los protagonistas, mientras narran sus vivencias, se dan cuenta de cómo ha pasado el tiempo y la emoción embarga sus palabras. Algún suspiro se cuela entre la charla.

Pons recuerda que "en esos días la actividad era frenética, alquilamos el local continuo a la sede, lo rehabilitamos y abrimos el Cine Gloria, que hoy en día está demolido y pendiente de que se haga el nuevo teatro", corría el año 1988. "No había subvenciones, teníamos que rascar hasta el último céntimo, pero contábamos con la colaboración implicada de nuestros socios, ¡éramos 550! y cada uno pagaba una, dos o tres azulejos, colaborando en lo que podía". El empresario admite que "dábamos mucha vida al pueblo y creo que es algo que falta en parte actualmente y que espero que se recupere".

Orfila, que fue el primer tesorero, sonríe y admite: "Cuando compramos el local pensaba que el tiempo nos pasaría factura pero ver a todo el mundo tan animado y colaborando hizo que fuera más fácil todo". "Mucha gente nos decía, 'es un proyecto que nace muerto', que no tendría mucha vida y te podría decir los nombres y los apellidos de estas personas pero me lo tomé como algo personal y aquí está el Centro, cuarenta años después", añade Pons, satisfecho.

Paco Seguí, actual presidente del CCE Sant Lluís, revive con nostalgia que "el primer contacto que tuve con el centro fue a los 14 años, en el 1973, mi padre me hizo socio y allí podía jugar al baloncesto. Ganamos el primer campeonato de Menorca dos años más tarde, yo era el 'júnior', el más joven, pero recuerdo que en el centro nos encontrábamos con los amigos e íbamos a jugar a 'sa bolla'. Al principio los ancianos de ahí no nos dejaban, eran 'molt maleïts' pero con el tiempo nos acabaron aceptando, nos integramos y nos dejaron jugar".

El fútbol y el baloncesto no aparecieron en Sant Lluís con el centro sino que ya existían pero el CCE permitió aunarlos en un club. "Jugábamos al fútbol en un campo que había detrás de la iglesia y participábamos en el Trofeo de la Alpargata, pero a partir del 74 el fútbol pasó a ser una sección del club", subraya Orfila. El baloncesto llegó antes. De hecho, la primera actividad deportiva que apadrinó la entidad fue un partido de basket el 29 de septiembre de 1971 en la pista polideportiva anexa al colegio.

Seguí, una broma de 18 años

Desde el 1993, Paco Seguí ha liderado el centro siendo, 18 años después, el presidente más longevo de la entidad. Un cargo que empezó como una broma. "En el 1993 llegué tarde a una reunión de la directiva y como fui el último me dijeron 'como castigo tú serás el presidente'", desvela el santlluïsser.

"Empezó como una broma pero acabó siendo verdad, fui el presidente y el único 'pero' que puse fue que sólo estaría un año para ayudar a mejorar la situación económica y así llevo casi 20 años", sonríe antes de advertir: "Pero este año es el último, en la próxima asamblea, que seguramente será en mayo, dejaré el cargo porque ahora tenemos la suerte de que ha entrado en la directiva un grupo joven y con muchas ganas y hay que dejarles paso". ¿Triste? "No, el centro me ha dado muchas satisfacciones, por ejemplo cuando entré los niños me llamaban 'presidente' y ahora lo hacen los hijos de aquellos niños. Los triunfos deportivos también ayudan a combatir los problemas, que son muchos en el día a día".

Donde Seguí no tiene dudas es a la hora de los agradecimientos. "Cuando llegué había un cuaderno en el club que decía 'debe' y 'haber', con lo que llevábamos la contabilidad algo que a día de hoy, con un presupuesto de 400.000 euros, es imposible. Siempre me he rodeado de buenas personas que me han ayudado mucho pero hay que destacar a mi mujer, que ha entendido que pasara mucho tiempo fuera de casa sin reprocharme nada".

"Lo peor de estos 18 años ha sido las veces que tenías que pagar a alguien y no había dinero, hacer malabarismos, pedir ayuda a un montón de gente pero al final compensa", admite Seguí. "Nadie se imaginaba que el centro llegaría a ser lo que es hoy, empezamos con 60 socios", puntualiza Vinent y Orfila desvela: "Hemos hecho mucha más cosa de lo que nos pensamos y de lo que la gente cree".

Pero es Pons el que tiene la mejor frase para terminar este reportaje: "Nos hemos dado 'moltes carabassades', como era lógico, igual que se las darán los que vengan después pero lo importante es que siempre lo sacamos adelante".