Remontada. El Valeriano Allés, como Helia, tuvo que sacar el partido desde abajo, ya que el Haro le empató, aunque luego marcó su ley - Photodeporte

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Tres de tres. Valeriano Allés vuelve a soñar con el título que defiende después de deshacerse del Haro Rioja, uno de los 'cocos' de esta descafeinada competición que le puso en serios apuros pero acabó rindiéndose a la metódica solvencia con la que se movió en todo momento el conjunto de Chema Rodríguez, especialmente en los más complicados. El Ciutadella sacó cara en el primero de los dos choques importantes que afronta en tres días ya que el martes vuelve a jugar lejos de la Isla y lo hace ante el otro candidato al título, el recién ascendido Murillo.

El cuadro menorquín impuso tal ritmo de juego en el primer set del encuentro que el parcial resultó más abultado de lo esperado aunque, ciertamente, justo a tenor de los méritos acumulados. El duelo comenzó con una demostración de fuerza del Valeriano Allés que estableció un parcial claro (3-8), forzando la respuesta anímica de las locales que funcionaron a impulsos, pero nunca con la claridad de ideas.

La aportación de Janine Sandell, con diferencia el mejor referente de la ofensiva insular, sirvió para desmoronar a un Haro Rioja que se iba desmoronando poco a poco. Incluso en esos momentos en los que trataba de compensar frenando en el eje de la red con Woods o recurriendo al oficio de Noelia Sánchez. Sin demasiada continuidad, bien cierto. Se notaba, por otro lado, las tablas y la serenidad de unas visitantes que ejercían su superioridad en un primer set que no tuvo más historia que el 15-25 reflejado en el marcador.

Pero la empresa no iba a ser para nada sencilla. Vuelta de tuerca. Haro Rioja removió Roma con San Pedro para lograr que, al menos tras la reanudación, el Valeriano Allés cayese en la trampa y aceptase un duelo a cara de perro en el centro de la red que Woods se llevaba. Lo logró durante buena parte del punto para encaramarse de nuevo al ritmo del partido con un parcial 12-6 que le otorgaba, no sólo la iniciativa en el movimiento de la bola, sino una gran dosis de fe que se fue haciendo cada vez más grande a pesar del arreón dado por Hintemann al juego insular. Con dos pegadas desde zona dos metió presión a las locales (16-12) pero sin lograr en ningún caso que el juego del bloque de Manuel Berdegué se desmoronase.

Tal fue así que, apuntaladas en el juego de primera línea y aprovechando el impulso, acabaron por igualar la contienda con un solvente 25-18 que situaba el choque en tierra de nadie. El Valeriano Allés desapareció del mapa por unos instantes.

La igualdad que se respiraba en el municipal se trasladó al luminoso en el inicio del tercer set (4-4), un parcial de desgaste en el que las bermellonas se aprovecharon de las dudas que empezaban a advertirse en la producción local, con errores absurdos, tanto en la recepción como en el ataque, frente a un rival que empezaba a sentirse cómodo, apuntalado en ataque y en defensa por Hintemann (9-16). La regularidad sentó cátedra.
López, en posición de líbero y la mayor parte de las veces desde cinco se encargó de frenar la última oleada de las locales para sentar las bases de una ventaja parcial que las menorquinas tratarían de mantener en el siguiente tanteo, después de ganar el tercero por 23-25 después de un final trepidante en el que Haro Rioja rozó el milagro.

El partido entró, entonces en una fase alocada que ofreció, no obstante, los mejores minutos de volei de toda la temporada. El balón se movió con la misma celeridad y precisión que el luminoso. De un lado para otro. Sin concesiones. Y la ventaja inicial del Valeriano Allés se transformó en un 19-14 que jugaba a favor de as locales, metidas por completo en la batalla, frente a un bloque que sólo se metió en danza en el tramo final.

Jugando con la suerte y la mala suerte que le pudo llevar al quinto asalto. Kralikova, después de una remontada ejemplar, sin fisuras, se encargó de solventar la papeleta y demostrar que este Valeriano Allès también aspira al título esta temporada.