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Un año más las instalaciones y planes deportivos propiedad del Govern balear ubicados en Palma de Mallorca, suponen un pozo para las arcas públicas que, consecuentemente, limitan el resto de ayudas a clubes, federaciones y deportistas individuales del Archipiélago, con especial relevancia al agravio comparativo que puede padecer el deporte menorquín.

En los tiempos que corren, cuando la sociedad y el erario público están saboteados por las carencias que provoca la interminable crisis, las instituciones aluden a la falta de recursos para recortar e incluso anular las subvenciones. Es el caso del Govern Balear que presentó el pasado noviembre un presupuesto de 19.003.322 euros para Deportes en 2012, de los que 8,5 van destinados al mantenimiento y gestión de los principales centros deportivos mallorquines: el velódromo Palma Arena, el Polideportivo Príncipes de España, la Escuela de Vela Cala Nova y la Escola Balear de l'Esport con su centro residencial Princesa Sofía que cuenta entre sus moradores con varios deportistas menorquines.

Illesport, el otro gran vértice del programa deportivo de la CAIB, recibe 6,3 millones de euros. En cambio, el Pavelló Menorca, del que es copropietario el mismo Govern junto al Ayuntamiento de Maó y el Consell insular no recibe ninguna partida para su mantenimiento de la primera institución balear que paga, eso sí, la cuota anual que le corresponde en el consorcio para el abono de la hipoteca, que asciende a 205.000 euros.

Mientras, las principales entidades menorquinas se estrellan una y otra vez contra la posición firme de la Administración balear, tal es el caso del Valeriano Allés Menorca, que va a recibir 60.864 euros del Govern pese a que milita en la máxima categoría del voleibol nacional femenina de la que es su actual campeón, o el Menorca Bàsquet, al que todavía no le han concretado ni la cuantía que va a ingresar en sus arcas ni su procedencia porque no está contemplada en los presupuestos en ninguna de las consellerias en las que podría aparecer.

Los clubes menorquines reciben este año sólo 118.000 euros (Valeriano Allés, Penya Ciutadella de fútbol sala femenino y la media temporada del Sporting Mahonés) frente a los 547.000 que se repartieron el año pasado junto al Jovent d'Alaior y el CD Alcázar. Falta por concretar las ayudas a los deportistas individuales que en el pasado ejercicio ascendieron a 35.868 euros para los menorquines.

Las otras partidas más reseñales del presupuesto de Deportes del Govern se destinan a personal y gatos corrientes en bienes y servicios por valor de casi un millón de euros cada una de ellas, además de los desplazamientos interislas de los deportistas del Archipiélago que ascienden a 1,4 millones.