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En el Pabellón Infante de Murcia hay una mujer de 34 años que no sonríe demasiado. "Lo que hemos visto en los entrenamientos confirma su calidad. Es un espectáculo sacando. Es una máquina y un día lesionará a alguien", dicen en la capital pimentonera.

Ella es Carol Albuquerque, la colocadora campeona olímpica en Pekín 2008. Un fichaje soñado por cualquier técnico de este deporte. Por el presidente del UCAM Murcia, que vio una oportunidad al traerla a España. Pero Carol, no se adapta. Carol no es feliz. Y apenas hace dos semanas que está aquí.

"Ella nunca había salido antes de Brasil y añora mucho su país. Además, es madre y su hijo se quedó allí", indica un periodista murciano que sigue al equipo y que se atreve a pronosticar que "es muy posible que cualquier día diga que se va. No sería nada extraño".

A pesar de ello, el técnico Pascual Saurín es tajante. "A día de hoy, puedo afirmar que estará en Ciutadella el sábado y el domingo. Eso seguro. Y que estará en la serie en Murcia, también. Y en el resto del playoff, lo mismo".

Desde esa seguridad, el entrenador del UCAM está más centrado "en ver por donde podemos mejorar", con la idea de que "Carol sea un complemento más que una pieza que me obligue a cambiar una dinámica que me ha funcionado muy bien en la segunda vuelta".

Un planteamiento lógico, por otra parte. Y, en ese sentido "me preocupa más si se recupera Amparo Hopf, una pieza importantísima". ¿Estará en Ciutadella? "A día de hoy (ayer), no llega a Ciutadella. El hematoma que tiene en el tobillo sigue estando ahí".

Y entre todo eso, la decisión de Carol. Una decisión parece que se está barruntando en su cabeza y su corazón. ¿Cumplir el compromiso que la trajo a Murcia o desistir y volver a casa?. "Prácticamente no se relaciona con nadie. Además, tiene el problema del idioma. Únicamente habla en portugués brasileño y vemos que tiene dificultades para comunicarse.

Parece que no han tenido en cuenta que tuviera un 'entorno' adecuado", comenta el periodista murciano. "Por similitud en el idioma, la opuesta Nuria Lopes podría ayudarla. Pero parece que no hay feeling. Y con el resto tampoco". El sueño puede irse.