El más feliz. Raúl Riudavets entró en la línea de meta en Ciutadella acompañado de sus dos hijos - r.r.

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Raúl Riudavets es, desde ayer, un superhéroe, uno de esos hombres que están por encima de los demás gracias a sus condiciones físicas. El mercadalenc dio el campanazo en la Trail Camí de Cavalls al acabar en tercer lugar. "Estoy contento, pero dejar a mi compañero de carrera y de entrenamientos, Salva Bañuls, atrás porque no podía seguir me deja un sabor amargo", asegura, después de recibir "una cantidad enorme de llamadas de felicitación".

Riudavets, pura modestia y sencillez, admite que "mi idea era acabar, esa era la intención pero... ¡Por el amor de Dios, todavía no entiendo cómo me he encontrado una carrera así!". El deportista reconoce que "he estado entrenando mucho por el Camí de Cavalls pero porque esta prueba era un reto para mi y la quería completar como fuera".

Una jornada perfecta con una lacra importante al haber dejado a su amigo atrás. "Eran las cuatro de la mañana -del viernes al sábado-, estábamos en Son Bou, y Bañuls me ha dicho que no podía seguir. Tenía los pies llenos de llagas y ampollas. Ha sido muy duro dejarlo atrás, no quería, pero al final le he abrazado llorando y he seguido mi camino", explica todavía emocionado, mientras desvela que "desde que terminé la carrera le estoy enviando mensajes de móvil pidiéndole disculpas porque me ha quedado una mala sensación".

Pero, ¿cómo ha sido la lucha por el tercer lugar? "Cuando estábamos en Sant Tomás y me dijeron que tenía al tercero a 30 minutos de diferencia, así que como había hecho 150 kilómetros buenos, empecé a apretar hasta que lo cogí en Cala Galdana", narra y matiza que "al verme, en lugar de reaccionar, le dio un bajón y lo he aprovechado para escaparme". Con Mia Carol, el ganador, a un ritmo vertiginoso, a Riudavets le restó "mantener el ritmo aunque lo cierto es que pasé un poco de angustia porque no soy demasiado competitivo y la gente me decía 'no desaproveches la oportunidad' y me ha tocado sufrir, sobre todo en los últimos siete kilómetros que han sido sobre el asfalto".
"Tengo que agradecerle a Salva Bañuls el tramo que hicimos juntos porque si no hubiera hecho 150 kilómetros buenos no podría haber atacado el podio", explica Raúl, que añade que "y sobre todo hay que agradecer y dar la enhorabuena a la organización todo lo que ha hecho porque ha sido un éxito, todo el mundo ha quedado muy contento y espero que se repita esta carrera muchos años"