El mejor. Xabi Alonso jugó su partido cien con la selección y marcó los dos goles del triunfo - Reuters

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Un doblete de Xabi Alonso el día que entraba en el 'club de los cien' guió a España a las semifinales de la Eurocopa 2012, rescatando el orgullo del campeón para romper con la historia y vencer a Francia por primera vez en partido oficial (2-0).

España se liberó de la presión para seguir escribiendo historia. Al campeón no se le puede tocar el orgullo. Corres el peligro de salir mal parado sobre el césped.

Aprendió a competir hace cuatro años, en el camino hacia su primera Eurocopa en color, y sabe medir.

Con fe ciega en un estilo al que aumentó la velocidad del toque. Una dosis de mayor dinamismo y profundidad. Desdibujó de inicio a Francia. Una selección que temía el despertar del campeón y acabó encontrándolo de cara sin saber cómo frenarlo. Corriendo tras el balón en el primer acto. Cambiando la magia de Nasri por el músculo. M'Vila, Cabaye y Malouda para dinamitar la sala de máquinas de la Roja. Se desfondaron tras la pelota, tocada como nadie por esos bajitos que han convertido a España en la mejor selección del mundo.

Regresó a la fórmula más criticada. Sin 9 pero con Cesc Fábregas. Se lo había ganado. Víctima tras el empate del debut pese a marcar y brillar siempre que saltó al campo.

España exhibió de inicio sus señas de identidad. Xabi Alonso más activo que nunca en su partido cien. Ofreció una lección magistral de fútbol. Busquets a todo. Xavi a tocar con criterio. Silva a dinamitar el fútbol. Iniesta desequilibrando. Y Cesc haciendo enloquecer a los centrales sin marca fija. Fueron los mejores minutos de la Eurocopa. Los laterales, Arbeloa y Alba, se ofrecían sin cesar, hasta que una subida guió al gol.

Pase entre líneas de Iniesta a Alba, que sacó un centro medido al segundo palo que remató libre de marca Xabi Alonso. Era el minuto 19 y España había dinamitado el entramado de Blanc.

'La Roja' se adueñó del balón sin dejar que los franceses, que contemplaban desde lo lejos, se acercasen.

En el segundo tiempo continuó el recital, con Ramos neutralizando a Benzema, mientras Ribery no aparecía. Pudo Cesc sentenciar pero Lloris le ganó la partida en un mano a mano.

Blanc movió ficha y ganó fuerza con los cambios. Se abrió Francia mientras España se empezó apurar. No había frescura en el juego y los franceses avisaban.

Pero la entrada de Pedro, que provocó el penalti con el que Alonso logró el 2-0, desarmó a una Francia joven, que tiene margen de mejora pero que acabó toreada por España.