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Son pocos los clubes de fútbol de elite que realizan elecciones para elegir a su presidente: Atlètic de Bilbao, F.C. Barcelona, Real Madrid y perdónenme si me dejo alguno. La mayoría de equipos tiene un propietario, ya sea una persona física o algún tipo de entidad financiera con diferentes accionistas. Por lo tanto los socios de los equipos no son los dueños del destino de sus colores, pueden influir socialmente, presionar por un cambio, o ayudar económicamente, pero las decisiones de calado las toman los propietarios.

Recientemente se ha realizado la asamblea de socios del real Madrid. El presidente blanco, Florentino Pérez, y su equipo han modificado los estatutos del club para modificar los requisitos que tienen que cumplir los aspirantes a presidir el Real Madrid: veinte años de antigüedad como socio y unos avales personales por valor del 15% del presupuesto del club, la junta directiva que acompañe al candidato tiene que avalar con su patrimonio personal.

Florentino justifica estos cambios argumentando que: "Aquí no puede venir nadie con un poco de labia y quedarse con club. Esto no es un club de petanca ". Obviamente tiene razón el Real Madrid no es un club de petanca. Lo que ya no queda tan claro es lo que afirmó al final de la asamblea: "Nuestro liderazgo económico es la garantía de que los socios seguirán siendo los dueños", cuesta entender que en una plutocracia (gobierno de los ricos) los socios del Real Madrid sigan siendo los dueños.

No seamos ingenuos está claro que no sirve cualquiera para dirigir una empresa de la envergadura del Real Madrid, pero lo que se está pidiendo no son requisitos técnicos o de formación, lo que se está exigiendo no es preparación y un currículo contrastado de gestión deportiva, las garantías que se piden no son de una persona seria y respetable, lo que se pide sencillamente es dinero.

Es decir: eres rico y puedes presentar avales por millones de euros entonces puedes optar a la presidencia, pero si no eres millonario y no puedes presentar dichos avales sino una trayectoria impecable de gestión ética y un madridismo reconocido no puedes optar a presidir el club.

Algunos argumentaran, y con mucha razón, que al menos hay elecciones y se les da voz a los socios, porque en otros clubes que tienen dueño (baste como ejemplo el Atlético de Madrid) a los socios ni se les pregunta.

No se, queridos lectores, quizás esas sean las opciones que nos quedan: tener dueño y no poder abrir la boca esperando que el amo sea generoso y no nos maltrate demasiado, o tener la posibilidad de elegir entre unos ricos u otros.

Aunque pensándolo un par de veces tampoco se ve demasiada diferencia, y que conste que estoy hablando de fútbol, o eso creo.