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El partido que enfrentaba a los dos equipos revelación de la categoría y que siguen en puestos de ascenso tras un tercio del campeonato, acabó en tablas tras una primera parte en la que el Formentera dominó y un segundo tiempo en el que el Penya Ciutadella sacó petróleo de los servicios a pelota parada y demostró su superioridad en los balones aéreos.

Los de la pitiusa menor, segundos en la tabla, acudían al duelo ante el cuarto clasificado acarreando dos bajas mayúsculas en el medio del campo. Por sanción, Elcacho no pudo contar ni con Armando ni con Diego Romero, y compuso una medular con José Carlos Moreno, Maikel y Sergi Moreno. Pero Dani Mori también perdía a Xavi Enrich y Víctor Lebrero, dos de los habituales. Aunque recuperó a un Javier Zurbano que acabó siendo importante.

El Formentera salió enchufadísimo y a los cuatro minutos de juego ya iba por delante en el marcador con un gol de Winde, que se plantó en el área aprovechando una combinación aérea que peinó Arimany y luego le sirvió Moreno.

Los locales conseguían trenzar sus intentonas ofensivas, apostando por las combinaciones rasas, mientras que Berto, el máximo goleador de los de Ciutadella, con 6 goles en 8 partidos, no lograba cazar ninguno de los balones por alto que le hacían llegar sus zagueros.

Los pitiusos dispusieron de opciones. Primero Winde mandó una pelota al travesaño y luego fue José Carlos Moreno quien no acertó a batir a Jesús en un mano a mano. El Penya lo estaba pasando bastante mal, pero ayer las lesiones se cebaron con los locales. En el minuto 36, Mourad, muy activo por la banda derecha, tuvo que abandonar el campo por una contusión en la zona lumbar y fue sustituido por Titi, que pasó a formar pareja atacante con Arimany.

Tras el descanso el entrenador visitante Dani Mori dio entrada a Zurbano. El corpulento delantero reaparecía tras su aventura frustrada en Vietnam y fue decisivo para explicar el giro que dio el encuentro. La calidad y los más de 190 centímetros de estatura del navarro pusieron en aprietos a la defensa del Formentera, que se vio desbordada en los centros por arriba.

Los ciutadellenses aprovecharon la distribución en zona de la zaga local para llegar a los remates con dos y hasta tres jugadores, de manera que dejaban en inferioridad a los defensas locales. En una rocambolesca jugada aérea con múltiples rechaces, el Penya empató por medio de José Enrich.

Poco después el meta del Formentera Marcos Contreras pidió el cambio por molestias musculares. Estando el portero suplente Cassali fuera de la convocatoria por motivos personales, fue el turno del juvenil de 16 años Jordi Verdera. El chaval encajó el tanto que adelantaba a los menorquines en otra jugada aérea y con remate de Marquès, pero no se arrugó y acabó salvando el partido en dos balones en los que los jugadores del Penya prácticamente cantaban gol.

Los locales Arimany y Óscar no pudieron remendar el marcador en sendas ocasiones, y fue Titi, solo contra el mundo, quien empató tras recuperar un balón, irse por velocidad por la derecha y fusilar a Jesús. El Penya vivió la posibilidad de perder, pudo ganar y acabó empatando... Algo similar a lo que puede decir el Formentera. El empate es justo.