Presente-pasado. Sintes, que fue corredor a finales de los años 60, junto con Albert Torres - A.S.

TW
0

La vida, sin pasiones, no se entiende igual. Cuando una persona disfruta haciendo una cosa el fruto de su trabajo es distinto y cada día que pasa resulta una aventura maravillosa. A sus 61 años, Arturo Sintes Lluch encara, tras ser la única candidatura que optaba a la presidencia de la Federación Balear de Ciclismo, cuatro años más al frente de una nave que, como tantas otras, intenta capear el temporal de la mejor forma posible.

Este empresario ha aprovechado los conocimientos que le ha brindado su empresa para ser capaz de exprimir cada segundo de cada día para llevar el negocio, presidir la federación, salir a rodar con la bicicleta, atender a las necesidades familiares, organizar competiciones, llevar un museo y demás.

Sintes se deshace en elogios hacia Albert Torres, al que le augura un futuro complicado en carretera cuando "ya está en la élite mundial de la Pista" aunque no duda en apuntar que "Albert es en pista lo que Alberto Contador era en carretera hace cinco años".

¿Cómo fue el proceso electoral?

Con toda normalidad, aunque no ha habido ninguna candidatura más. Los tiempos que corren hacen difícil estar al frente de una entidad como la Federación Balear de Ciclismo, con pocos recursos y ayudas que hacen difícil su gestión. Mi motivación es que en los últimos cinco años ha ido todo muy bien e irme sería un gesto cobarde. Creo que mi experiencia empresarial me da más capacidad de lucha en un momento más difícil.

¿Qué le representa el cargo?

Es un orgullo porque es la federación más antigua de Balears y una de las que más en España, se fundó en 1896. Además, soy el primer presidente menorquín. Que la gente de Mallorca y de Eivissa confíe en mí me hace sentir realizado.

Sorprende que en Mallorca, con la afición que hay al ciclismo, no aporte ni una candidatura.
El anterior presidente me dijo que reunía las condiciones para sucederle porque tenía pasión e ilusión por el ciclismo. Nunca me lo hubiera imaginado, fue una proposición. Me siento más balear, además de sentirme muy menorquín. Vengo cada semana a Mallorca y creo que trabajo para toda Balears.

Le caracteriza, además de la pasión, las ganas de sacar proyectos adelante. ¿Cuáles son sus objetivos?
El proyecto más ambicioso para los próximos cuatro años es sobrevivir. Ahora estoy en Palma haciendo el presupuesto para el próximo año y tengo que recortar de por todos los lados pero asegurando que se realizarán todos los campeonatos Balears y que los ganadores de todas las categorías acudirán a todos los campeonatos de España con garantías. Además, en los últimos cinco años hemos organizado otros tantos campeonatos de España en pista, en el Palma Arena. Espero que el nuevo presidente de la Federación Española siga confiando en nosotros para acoger estas citas porque tenemos el mejor velódromo del país. En los dos últimos años Balears ha sido la selección que ha ganado más medalla en los nacionales. Espero mantener el nivel.

Más ambicioso que nunca.
La UCI ha sacado una nueva norma en la que obliga a todos los países que participan en la Copa del Mundo de ciclismo en pista, así como en Mundiales, a organizar una prueba de carácter internacional. Espero que también sea un proyecto nuestro porque mucha gente de Europa vendría con este motivo a Balears.

Y eso que su primer objetivo es sobrevivir.
Acogemos todas la modalidades, desde BTT a carretera, sin olvidarnos de la pista. Ahora tenemos a un joven que entrará en el equipo júnior de Alberto Contador, Enric Mas Nicolau. La imagen de la Federación está muy ligada al Palma Arena, es una gran instalación, nuestro punto fuerte, además de la escuela de Joan Llaneras, que ya cuenta con más de 60 niños y niñas, que piden carreras.

¿Cuál es el estado de salud del ciclismo popular en Menorca?

A nivel absoluto es muy bueno. Cuando yo era corredor, a finales de los años 60, luchábamos para ser ocho o diez participantes y llenábamos las calles de público sin tener un gran nivel. Ahora es al revés, hay buen nivel, muchos participantes con algunos de otras islas pero no tenemos público. El nuevo sistema de vida ha obligado a que las carreras se disputen en polígonos y escenarios desalmados que nada tienen que ver, por ejemplo, con las carreras que vivimos en el Cos de Gracia, en Ses Voltes. Era un espectáculo. En el polígono no da pie.

La impresión es que hay más ganas de organizar pruebas en Ciutadella que en la zona de Maó.
Ciutadella, hoy en día, domina el ciclismo menorquín. Hay tres clubes, dos de ellos con escuela de ciclismo base. En Maó ya no hay. Sin base no salen corredores. Además, hay mucha rivalidad entre la Penya Ciclista Ciutadella y el Grup Esportiu Es Port, lo que hace que el espíritu competitivo y de club siempre esté presente. Además, Ciutadella es la segunda población de Balears con más licencias con la diferencia de que Palma, la primera, tiene 400.000 habitantes por lo que superan a lugares emblemáticos como Inca, Manacor…

¿Cree que con más cantera en la zona de Levante se organizarían más pruebas?
Si no logras una base, no sacas corredores. Hace unos años en la Penya Ciclista Mahonesa teníamos cantera y éramos muchos pero se perdió y ahora somos pocos.

Y en un punto aparte a todo está Albert Torres.
En estos momentos ha demostrado que está en la élite mundial del ciclismo en pista. Como ciclista de carretera profesional es uno más y, aunque sé que tiene mucha ilusión y puede triunfar, tiene que trabajar muy duro para hacerse un nombre. Hay mucha gente de provincias donde hay una tradición importante como el País Vasco o Asturias que aportan grandes ciclistas acostumbrados a sufrir más con los entrenamientos y las condiciones meteorológicas adversas. Balears o Valencia aportan menos corredores porque no estamos acostumbrados a sufrir tanto. Albert fue a Mallorca con 13 ó 14 años y en el mismo año de las Olimpiadas, donde están los mejores, fue capaz de ganar una Copa del Mundo. Él está en la élite. Lo lamentable es que en los Juegos de Londres quitaran las pruebas de Madison y puntuación individual, donde han destacado ciclistas Balears como Joan Llaneras, Toni Tauler, Miquel Alzamora o el mismo Albert Torres, en la Copa del Mundo.

¿Cree que se equivoca?

No se trata de si es un acierto o no sino de la ilusión que uno pone al hacer una cosa. Si yo no estuviera ilusionado por representar al ciclismo balear no sería el presidente de la federación. Albert tiene mucha ilusión pero creo que para triunfar, además, has de tener buenos padrinos y un poco de suerte para entrar en un equipo. De momento no está en Movistar, ni en el equipo de Contador, ni el Katusha o similares. Hay muchos como él que están a la espera pero en el circuito internacional de pista es una figura. Albert Torres, en estos momentos, es en pista lo que Alberto Contador era en carretera hace cinco años.

¿Cómo ha cambiado la vida cogiendo las riendas de la Balear?
Ahora considero que vivo en dos islas, a camino entre Menorca y Mallorca. Estoy muy satisfecho de todo lo que me pasa en Balears. Además en los últimos tres años he sido presidente de la comisión de ciclismo en pista de la Federación Española y todo esto me hace vivir en un mundo que es mi pasión. Igual que tengo el museo en Es Mercadal.
¿Cómo he podido? He aprendido a organizarme en mi empresa, delegar según qué decisiones en otras personas, y estar más activo para poder abarcarlo todo.

¿Qué es para usted montar en bicicleta?
A mis 61 años hago una media de 200 kilómetros a la semana, intentando salir tres o cuatro veces. En cada salida disfruto más. El pasado domingo hacía mucho frío pero la sensación de ir a Fornells, a Mercadal o cuando salió un rato el sol y estaba pedaleando entre la naturaleza es indescriptible. Compartir pedaleadas con la gente joven, aunque en algún repecho no los pueda seguir, me encanta, es mi pasión. Este año intentaré hacer las 167 kilómetros de Playa de Muro, la 'Heroica' que se hace con bicicletas clásicas de antes de 1980 y la internacional de Pedal de Clips, en Cataluña, promocionando el ciclismo de Balears y de Menorca.