Histórica. En la imagen, Rita en un entrenamiento con otros regatistas ilustres como Damián Borrás, Javier Magro, Javier Sintes, Javier Orfila y Juan Magro, en la bocana del puerto de Maó a finales de los años 90 - Archivo

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Desde hace unos meses que un grupo de personas encabezada por Lluís Vilà han iniciado un proyecto para recuperar la clase Snipe en Menorca. Ese trabajo ha recibido un importante capotazo ya que el regatista Fernando Rita, que participó en los Juegos Olímpicos de Barcelona en el año 1992, ha decidido izar las velas y regresar a navegar.

"Volveré sin ningún tipo de aspiración competitiva sino para enseñar a los jóvenes y aportar mi granito de arena a la recuperación de esta clase en Menorca", confiesa. De momento, su esperada reaparición será el próximo 9 de septiembre en la regata social que organiza el Club Marítimo de Mahón en el puerto con motivo de las fiestas de la Mare de Déu de Gràcia.

Granito a granito se forma una playa. El problema es que con el paso de los años la flota de Snipes en Menorca quedó desmantelada y ahora estos románticos quieren recuperar unidades para poder prestarlas a las jóvenes generaciones y recuperar una clase que también tiene en la figura de Jordi Triay, que el mes que viene acudirá al Mundial que se disputará en Brasil, otro de los exponentes.

Rita lleva desde 2011 fuera del barco. Desde que sufriera un fatídico y grave accidente que le mermó la espalda. Desde entonces se ha abonado al triatlón y a la natación. "Practico estos deportes como una motivación y como rehabilitación, para obligarme a hacer ejercicio", confiesa el deportista de 50 años, que matiza que su principal motivación para volver a las regatas "es enseñarles a navegar a mis hijos de 7 y 10 años, la mayor, Julia, ya sabe suficiente (sonríe orgulloso)".

Rita no estará solo en esta aventura, "sin la corriente liderada por Lluís Vilà y demás gente no había vuelto", mientras derrocha en el tono de voz algún ápice de duda, como si le diera miedo. "Quiero pasarlo bien, recuperar el ambiente de las regatas el domingo por la mañana con los amigos para luego tomar una cerveza en el bar y comentar la jugada".
Para ello, Menorca debe repoblarse de Snipes. "Antes había unos 15 barcos en Maó y otros tantos en Ciutadella y era más fácil encontrar uno de segunda mano o alguno que te pudieran dejar para competir o entrenar, ahora es muy complicado", añade.

"Parece que molestamos"

A Fernando Rita se le escapa alguna sonrisa cuando analiza que de verdad volverá a embarcarse en la aventura del Snipe aunque no puede evitar ponerse nostálgico y evocar tiempos pretéritos. "Me da mucha lástima que mis hijos no puedan conocer el puerto de Maó que conocí yo cuando aprendí a nadar y a navegar". En este sentido el olímpico, uno de los cuatro deportistas que puede presumir de esta condición, matiza: "El puerto antes era para nosotros, para los menorquines, teníamos nuestros barcos, podíamos pescar y nadar y ahora parece que la vela ligera molesta, que estorbamos y es una verdadera pena". "Es totalmente distinto", lamenta.

Rita espera con este nuevo proyecto aportar sus conocimientos "a aquellos que están empezando o que simplemente quieren aprender un poco más sobre esta clase".