Desolación. Muchos rostros de decepción y alguna lágrima brotaron ante la Puerta de Alcalá - Reuters

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Lleva desde 1778 viendo pasar el tiempo y ha sido testigo de los acontecimientos más importantes de la historia de Madrid, pero la Puerta de Alcalá ayer noche vio cómo se esfumaba su sueño olímpico y una multitud de madrileños recibió un portazo a su ilusión por acoger la cita olímpica de 2020.

Eran miles los madrileños que se habían congregado en la Plaza de de la Independencia, la calle de Alcalá y la Plaza de Cibeles desde primera hora de la tarde para vivir la jornada de la elección olímpica y, a medida que se acercaba la hora de la primera votación, a las 20.45, el ambiente se iba caldeando.

"Sí se puede", "yo soy español, español, español" y "Madrid, Madrid, Madrid", gritaba la multitud, mientras el cielo comenzaba a cubrirse con unas amenazantes nubes negras.
Justo en el instante en el que el presidente del Comité del Comité Olímpico Internacional (COI), Jacques Rogge, aparecía en las pantallas, comenzaron a caer las primeras gotas de lluvia, al tiempo que miles de paraguas se abrían.

Mientras los miembros del COI votaban, el silencio se hizo presente en los alrededores de la Puerta de Alcalá. Cuando se dio a conocer el empate entre Madrid y Estambul, muchos de los madrileños entendieron que la capital española continuaba a la siguiente ronda y empezaron a celebrarlo. Tras unos instantes de confusión, la incredulidad se apoderó de la multitud y el silencio se hizo más sepulcral.

Fue el momento en el que se dio a conocer que Madrid quedaba fuera de la carrera olímpica cuando la indignación y la tristeza invadieron el emblemático monumento madrileño que ha servido como inspiración al logotipo de la ya fallida candidatura.
Muchos se llevaron las manos a la cabeza, otros comenzaron a llorar, algunos gritaron "tongo, tongo", aunque tímidamente, y la gran mayoría comenzaron a abandonar con caras cariacontecidas la zona, que, en muy pocos minutos, quedó prácticamente desierta.
Por contra, varios puntos de la capital nipona estallaron de júbilo cuando el presidente del COI, Jacques Rogge, anunció que Tokio acogería los Juegos Olímpicos de 2020, a pesar de que el anuncio se realizó de madrugada en Japón.

Los presentes celebraron la victoria de la capital nipona alzando el puño derecho en alto al grito de "¡Tokio!¡Tokio!" y de "¡Banzai!¡Banzai!" (que puede traducirse por "¡Viva!¡Viva!") antes de que el vicegobernador de la ciudad, Toshiyuki Akiyama, tomara el escenario.

"¡Mis felicitaciones a Tokio, pero también a Madrid y Estambul por las excelentes candidaturas presentadas!", afirmó entre numerosos vítores.