Tranquilo. Ve que los jugadores dan el máximo en cada entreno y en cada partido y confía en que pronto lleguen los resultados. - Archivo

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Dos puntos de 15 posibles. Este es el bagaje del Menorca en su segunda temporada consecutiva en División de Honor en un arranque lastrado por la falta de gol (llevan cinco) y las facilidades que conceden en su área (han recibido 11). Desde el penúltimo lugar, a la espera de que concluyan los 40 minutos del duelo ante el Badalona, el técnico Juan Romero da la cara, asume "todas las responsabilidades" y avisa: "Lo importante no son los problemas que tenemos sino cómo los solucionamos".

¿Qué valoración puede hacer de este arranque de temporada?
Antes de empezar te imaginas que va a ser duro pero una vez estás dentro te das cuenta de que es mucho más difícil de lo que te esperabas. Creo que el único partido que hemos merecido la derrota ha sido contra el Mallorca el pasado fin de semana. En el resto hemos tenido nuestras opciones. Jugamos al límite, con marcadores cortos, y cualquier circunstancia es prácticamente definitiva. Creo que la dinámica va a cambiar este fin de semana.

¿Se esperaba este escenario?
Hasta que no acabe el partido suspendido contra el Badalona - Se disputarán los 40 minutos que restan el próximo 1 de noviembre con el resultado de 0-0- en mis cuentas llevamos tres puntos. En pretemporada siempre intentas pensar en positivo y preparar el trabajo siendo optimista. Lo importante no son los problemas que tenemos sino cómo los solucionamos. Soy el responsable absoluto de cualquier cosa que le pase a éste equipo, es mi trabajo, y debo hacer el máximo para que esté unido porque será como saldremos adelante. El trabajo juntos nos hará ir hacia arriba.

¿Le sorprende llevar solamente dos puntos?

Siempre crees que te mereces más de lo que tienes pero en realidad estoy convencido de que dos de los tres partidos que hemos jugado en casa los merecimos ganar. Contra el Gimnàstic y ante el Espanyol, especialmente, hicimos méritos para llevarnos los tres puntos que, de haberlos sumado, pintarían un panorama muy distinto. Ante el Zaragoza fue un duelo feo, no le gustó a nadie, ni al aficionado ni a mi. Perdimos pero también tuvimos ocasiones muy favorables que no supimos aprovechar.

Su equipo juega bien, ¿qué le falta para que le llegue la primera victoria?
No creo que nos falte nada, simplemente que el día que ganemos todo se verá de un color distinto. Es cierto que no hemos aprovechado algunas ocasiones demasiado claras como para fallarlas pero el fútbol al fin y al cabo no entiende de juego sino de resultados y de victorias. El área y la portería rival parece que se nos hace pequeña, mientras el adversario a la mínima nos marca. Desde el principio de la temporada hemos hecho mucho trabajo y, sobre todo, con jugadores que no están acostumbrados a la categoría. Aguantamos muy bien los 60 y 70 primeros minutos pero luego cedemos. Los números demuestran que normalmente nos marcan en el tramo final de los partidos.

¿Le preocupa la marcha del equipo o todavía es pronto?
Si mis jugadores no dieran el máximo en cada entrenamiento y en cada partido o yo no tuviera la conciencia tranquila con el trabajo que hago, sí que estaría preocupado, pero no es el caso. Llevamos seis partidos, tampoco es tanto, aunque no nos podemos relajar. Lo importante es tener la cabeza fría para analizar lo que hacemos bien y lo que hacemos mal y corregirlo. A lo mejor ahora empezamos a ganar sin que cambien demasiadas cosas.


¿Qué queda?
Tenemos el trabajo colectivo y la implicación de todos los jugadores. A partir de aquí hay que recordar que en frente hay entidades muy importantes a las que no hay que menospreciar. Parece como si cada domingo tuvieramos que ganar sí o sí. No es lo mismo, por ejemplo, que uno de mis delanteros se encuentre un central de la Liga menorquina o de Liga balear que uno de División de Honor. O al revés. A veces percibo en el ambiente que venga quien venga estamos obligados a ganar.