Los cinco participantes, el viernes, a las 6 de la mañana, antes de empezar el triatlón - Xtreme Menorca Triatló

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La fiebre por el triatlón y los deportes de resistencia, llevada al extremo. El viernes, coincidiendo con la festividad de 'Todos los Santos', cinco deportistas menorquines disfrutaron de un peculiar paseo consistente en 3.700 metros de natación, 130 kilómetros de bicicleta de montaña y 50 kilómetros de carrera a pie. Una especie de Ironman con la peculiaridad de hacerlo a lo largo del Camí de Cavalls completando la vuelta a la isla.

Jaume Bagur, Dani Portella, Biel Cardona, Paco Arnau y Jaume Pons protagonizaron una auténtica aventura en el que invirtieron algo más de 24 horas, sin contar las sesiones infinitas de entrenamiento. Portella, a falta de 40 kilómetros para llegar a meta, y Bagur, a falta de unos 30, no lograron terminar la prueba piloto de lo que quizás el próximo año sea la nueva oferta del turismo deportivo que tan buena acogida está teniendo en Menorca.

La travesía empezó el viernes sobre las 6 de la mañana cuando los cinco triatletas, equipados con el traje neopreno, se lanzaron al agua en la Platja Gran, en Ciutadella. De ahí bracearon durante una hora hasta Cala Santandria. "¿Sabes cuando sueñas que te atacan un montón de medusas? Pues así fue, una auténtica pesadilla". Narra Jaume Bagur, ideólogo inicial de la 'locura' y que enseguida contó con el apoyo de Guillem Bosch, de Elitechip, así como del Xtrem Menorca Triatló y sus integrantes.

"La idea con que afrontamos el reto era para pasarlo bien, al principio éramos ocho apuntados pero al final comenzamos cinco", admite Bagur, que puntualiza "nos reunimos todos y les dije 'es una quedada entre amigos y debe servir para que al acabar seamos todavía más amigos'". Y así sucedió. A pesar de que "cuando nos tiramos al agua todavía no había luz y no veíamos los 'borns', solamente notábamos sus picaduras en las manos y los piés", explica Paco Arnau, que matiza: "Al entrar en la Cala Santandria había una línea de 30 metros de medusas que no nos dejában pasar, era increible, nunca había visto tantas".

A un ritmo conservador para poder completar el reto, los cinco 'super hombres' enfilaron el tramo de Camí de Cavalls desde Santandria hasta Cala Tirant, sí, en la Costa Norte. O lo que es lo mismo, 130 kilómetros. "Nada de todo esto hubiera sido posible sin el apoyo constante de Santi Biruta, Mateo Marquès, Nando León, Dani Coll y Niet, entre otros, que nos fueron acompañando y ayudando", explica Jaume Pons, uno de los 'finishers'.

Otro secreto que se guardan los participantes fue la poción mágica que ingirieron en la cala Sant Esteve. "Mi madre nos preparó unos macarrones con albóndigas, un puding y buñuelos deliciosos", desvela Paco Arnau, "nos dieron alas y energía para seguir", añade Pons. Los ciclistas incorporaron el manjar a la furgoneta que los fue abasteciendo cada 20 kilómetros en la sección de bicicleta y cada 10 kilómetros, aproximadamente, en el de carrera a pie.

Al llegar a Tirant, 12 horas después, los ánimos seguían intactos, aunque el cuerpo empezaba a quejarse. De hecho, Dani Portella aguantó diez kilómetros a pie por culpa de unas molestias en el pie que le habían aparecido en el tramo de la bicicleta. Los deportistas, ya a oscuras, entraron en el tramo más exigente del camino y optaron por caminar bastante. "Tenía mucho miedo a las primeras horas de correr por la noche, no sabía cómo nos iba a responder el cuerpo", opina Pons.

Poco después llegó la retirada de Bagur. "Se me cerró el estómago, no podía comer nada más y sabía que sin ingerir energía no llegaría, fue lo más sensato". "La verdad es que el trazado es tan técnico y exigente que durante un rato se terminaron las bromas", dice Arnau. "Tras pasar Ets Alocs sabíamos que habíamos dejado atrás lo peor, teníamos que llegar como fuera", subraya Pons. Diez horas después, llegaron.

"El momento de la salida y la llegada fue muy especial, nos acompañó muchísima gente y no lo esperábamos", apunta Jaume Pons, que arribó a meta junto a Paco Arnau y Biel Cardona. "Fue duro, pero disfrutamos como nunca porque la verdad es que íbamos un poco a oscuras porque no sabíamos a qué nos enfrentábamos, no lo habíamos hecho nunca antes", concluye Arnau.

Prueba piloto. ¿Futura carrera?

Entre los participantes de este brutal entreno, surge la ambición y la pregunta. ¿Podría ser el inicio de una nueva prueba en Menorca? Los tres protagonistas coinciden en que el trazado y el circuito es ideal. "La verdad, yo terminé más cargado en los 10.000 metros del otro día en Ciutadella, con motivo de la Mitja Marató, que no después de todos los kilómetros del viernes", asegura Bagur, el ideólogo del proyecto.

"Hemos demostrado que se puede hacer con los recursos mínimos, ahora quizás sería el momento de ver si realmente tiene posibilidades, aunque en realidad nos reunimos un grupo de amigos para disfrutar", apostilla Bagur.

El tema se ha llevado con cierto secretismo, sin hacer mucho ruido, pero hace unas semanas saltó la noticia en las redes sociales y la respuesta fue inmediata. Muchos aficionados al triatlón en Mallorca y Cataluña preguntaron al Xtrem Menorca Triatló sobre si la prueba era oficial, abierta y demás. Los cinco 'super hombres' han puesto los mimbres para algo que, el día de mañana, puede ser muy grande. Y a parte, empezaron un entreno siendo amigos y lo acabaron siendo muy amigos. ¿Puede haber mejor recompensa?


Vea una fotogalería de la prueba cortesía del club Xtrem Menorca Triatló pinchando aquí