La tripleta de menorquines, de izquierda a derecha, Mingorance, Martí, Ferrer (catalán) y Vilà - WUAB

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La mejor prueba del auge del waterpolo en Menorca, sobre todo en la Piscina Municipal de Ciutadella, es el hecho de que este sacrificado deporte acuático esté comenzando a exportar jugadores de la Isla hacia la Península.

El último caso -y por partida triple- es el de Adrià Martí (Es Mercadal), Joan Mingorance y Lluís Vilà (ambos de Ciutadella), que aprovechando su estancia por motivos académicos en Catalunya esta temporada 2013-14 juegan en el Universitat Autònoma de Barcelona de la cualificada Lliga Catalana de waterpolo, la tercera división por categorías del país.

Fichajes en La Vall

La historia de estas tres incorporaciones menorquinas en el WUAB se remontan a hace dos veranos en La Vall, cuando Lluís Vilà descubrió en bañador deportivo al ex jugador de División de Honor Eric Ferrer, ex jugador del conjunto catalán. Y de ahí vinieron sus compromisos con la entidad catalana. «Estamos muy contentos los tres, no tan sólo porque aprendemos mucho, sino porque el ambiente es muy bueno. Una pequeña familia», detalla Vilà.

Sin embargo, el gran cambio que han experimentado los tres menorquines en tierras catalanas ha sido en el aprendizaje del waterpolo. Según el ciutadellenc, «cada partido, cada instante de waterpolo con el WUAB es una gran enseñanza.

Entrenamos con gente mejor que nosotros y nos enfrentamos a jugadores superiores, dándonos cuenta de lo que es realmente una competición. O sea, que un minuto en Catalunya es como un mes de aprendizaje en Menorca», exclama.

Ya a modo de futuro, expresa Vilà que un día, «todo lo que aprendamos aquí lo queremos transmitir a las nuevas generaciones del waterpolo en la Isla. Por eso, los tres estamos valorando la posibilidad de sacarnos algún título de entrenador».

Y es que la cultura del waterpolo nada tiene que ver con la que se vive y palpa en Menorca. Según Vilà, «en Catalunya el waterpolo se convierte en una filosofía de vida. Aquí son la cuna en España de este deporte, de los mejores del mundo, y en la Isla, de momento, es un deporte minoritario ya que es nuevo, hasta cierto punto, y sin los medios necesarios para crecer», opina.

Abundando Vilà en las diferencias a la hora de ver este deporte en Catalunya y Menorca, cree el jugador que el trato es distinto en las instalaciones deportivas: «En Barcelona el protagonista de una piscina es el deportista, mientras que en Menorca las piscinas potencian al usuario general.

Una pena, y creo que ambos son necesarios; más aquí, con la insularidad, una situación que desmotiva a cualquiera. Pero seguiremos la lucha», acaba esperanzado.