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"Para que Rudy anote 18 puntos, Sergio Llull tiene que correr al máximo y darlo todo durante 27 minutos". Así de contundente se mostró Pablo Laso, entrenador del Real Madrid de Baloncesto, a la hora de valorar la labor del menorquín en la victoria blanca ante el Barcelona (98-84).

Un triunfo, el 25 consecutivo, que coloca a los merengues como el mejor equipo de la historia del baloncesto español –estadística en mano- y en el que luce galones el escolta mahonés.

Sobre papel, Llull contribuyó a la alegría ante el gran rival con seis puntos, dos rebotes y otras tantas asistencias, premiado con una nota final de 3 discretos tantos de valoración. En la realidad, Llull frenó y ahogó siempre que pudo a Navarro, entre otros, gran baza azulgrana que no pasa por sus mejores momentos pero que se marchó con 17 puntos.

El derroche, la pasión y la entrega del '23' blanco le han convertido en ídolo del Palacio de los Deportes, lo que justifica, junto con sus seis temporadas y pico como jugador del Madrid, que luzca el brazalete como segundo capitán.

Esta temporada, Sergio Llull ha disputado 13 partidos en la Liga Endesa en los que ha logrado 11 puntos de media, ha jugado unos 25 minutos por encuentro, capturando casi dos rebotes por duelo y ha dado tres asistencias.

Las exigencias en el guión que plantea Laso han relegado a Llull a un papel más importante como escolta –ligado además al gran rendimiento que está dando Sergio Rodríguez-, aunque el entrenador vitoriano procura confiar la dirección del juego al ex de La Salle Mahón en los primeros compases del juego.