Ilusión, espíritu aventurero, querencia a la navegación en alta mar y disponibilidad de administrar el tiempo sin apremios constituyen el caldo de cultivo preciso que conjuntaron un grupo de residentes en la Isla para emprender un desafío seductor pero, inevitablemente, cargado de riesgos e inconvenientes, la regata ARC 2013 Canarias - Cabo Verde - Santa Lucía.
George Steinhauer (argentino), menorquín de adopción no en vano lleva 30 años residiendo en la isla, armador y capitán de la embarcación, Jacobo Iza Salaverri (vasco) afincado en Menorca desde hace 27 años, navegante y aventurero, como él mismo se define, Ana Solana (madrileña), Kiko Mir (alaiorense), avezado en el mar, y Horacio y Ana, recién llegados de Argentina para acompañarles en la travesía, formaron la variopinta tripulación que disputó la regata transoceánica Las Palmas-Cabo Verde (Mindelo), de 865 millas, y Cabo Verde-Santa Lucía (Marina Rodney Bay), con un total de 2.090 millas, lo que suponen 2.950 millas de navegación en un plazo de 18 dias.
Pese a que el reto consistía en sumarse a la flota de 43 embarcaciones que disputaban la regata y completarla, tal fue la sinergia positiva del grupo y tan acertadas las decisiones que tomaron durante el recorrido que acabaron siendo, sorprendentemente, los vencedores de su clase.
Steinhauer vio cumplido el sueño de hacer la travesía del Atlántico que había postergado en otras ocasiones por falta de experiencia, y lo culminó con un triunfo inesperado. La regata fue la excusa perfecta para hacerla.
A bordo de La Peregrina, nombre del barco de la clase ARC, División 1-clase B, los seis intrépidos regatistas dispusieron todo lo necesario para zarpar desde el puerto dé Maó con destino a la línea de salida el pasado 17 de octubre.
Alrededor de 15 días después atracaron en el puerto de Las Palmas, el 3 de noviembre, después de una escala de cinco días en Barbate a la espera de que mejoraran las condiciones del tiempo.
La salida oficial de la regata, desde Las Palmas con dirección a Cabo Verde, frente a las costas senegalesas, se dio el día 10 de noviembre. Tardaron cinco días en completar el recorrido y la tripulación engendrada en Menorca ya dio muestras de su capacidad al cruzar la meta en segunda posición de su clase, y cuartos de general.
Diez días después La Peregrina estaba lista para emprender la ruta transoceánica en dirección al Caribe. El día 20 se inició esta segunda prueba de la regata hacia San Vicente (Marina Mindelo) y Santa Lucía (Marina Rodney Bay) donde estaba ubicada la línea de llegada.
Vencedores de su clase, arribaron al destino en 13 días, el 3 de diciembre, con casi 48 horas de adelanto respecto a la segunda embarcación, Rosa Fascia, de Gran Bretaña. Además, bajo las órdenes de Steinhauer, La Peregrina fue la tercera en la clasificación general, entre las 43 que tomaron la salida, detrás de dos X Yacht y un Swan.
El 11 de diciembre - el plazo límite para los barcos participantes era el día 9- se procedió a la entrega de trofeos en el Royal by Rex Resorts, en Rodeney Bay. El sueño no pudo ser más real y exitoso.
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