Después de realizar unos ensayos que incluso sobrepasaron sus mejores expectativas, el joven piloto mahonés (que compite bajo las siglas de Zero Academy, proyecto integrado en la escudería DaleGas) se hizo con la victoria en la primera carrera, estableciendo el mejor crono en junior y en la general –formó tándem con el experimentado Álvaro Rodríguez, turnándose en la conducción, tal y como corresponde a la competición.
Sin embargo, una colisión entre otros dos coches cercenó sus aspiraciones en la segunda prueba –en la que partió desde el tercer lugar de la parrilla– al dejar su auto dañado en la parte frontal y sin posibilidades de seguir rodando. «Por un lado ha ido muy bien; por otro, muy mal. Ganar la primera carrera ha sido fantástico, y más con la velocidad que ha alcanzado el coche, ha respondido muy bien. En ese sentido, estamos muy satisfechos, pero ha sido una lástima el percance de la segunda carrera», analizó Salom para este diario horas después de su debut (significar también que el accidente no revertió problema físico alguno para el menorquín, y el vehículo estará a punto para la próxima prueba del CER, fijada para finales de mes).
El percance, inevitable para Salom, derivó de un trompo sufrido por un coche que circulaba por delante de él en la segunda prueba, que chocó con un tercero desequilibrándole, cuya rueda trasera no pudo burlar el mahonés, que en cualquier caso supo aderezar el auto, aunque no pudo continuar sobre el asfalto.
Con todo, la valoración sobresale en positivo para el menorquín, que se sintió «muy a gusto» con su Renault Clio Cup III. «Nos queda un sabor agridulce, pero nos quedamos con lo bueno, que ha sido la victoria en la primera carrera», sentencia el conductor mahonés.
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