Pau Puig es coordinador del CB Granollers y entrenador -con ficha de jugador- del equipo de División de Honor, y secretario técnico de la Federación Catalana | P.P.

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Pau Puig (Maó, 1990) era un niño de 9 años cuando el bádminton se cruzó en su agenda de actividades extraescolares. El colegio público Mare de Déu del Carme retiró el fútbol y el baloncesto de su propuesta y el chaval optó por la especialidad de la raqueta y el volante. Pudo acabar en la piscina, pero la plaza que le ofertó el Club Natació Maó llegó diez días tarde.

Pronto el entretenimiento complementario al calendario escolar se convirtió en un juego en el que invertiría cada vez más tiempo. Trasladó el escenario de aprendizaje al polideportivo Sínia Morera, se integró en el Club Bádminton Maó y los técnicos Carlos Daroca y Pepe Costa le guiaron en su formación y progresión como jugador de este deporte olímpico.

El último año en la Isla, antes de desplazarse a Barcelona para continuar sus estudios, Pau Puig entrenaba cinco días a la semana, dos horas al día, y participaba en campeonatos autonómicos y estatales. Hoy, este joven mahonés es un licenciado en INEF, estudia un máster de Alto Rendimiento Deportivo, es coordinador del CB Granollers y entrenador -con ficha de jugador- del equipo de División de Honor, y secretario técnico de la Federación Catalana.

«Jamás, ni en el mejor de los sueños, pensé que podría vivir del bádminton», reconoce Puig al evocar sus inicios en esta modalidad.


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