Aitor Catchot, durante un entrenamiento en Son Bou | A.C.S.

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Aitor Catchot (Maó, 1994) cursa en Barcelona un grado superior de deporte. Alejado de las pistas de tenis, su hábitat natural, por falta de tiempo, halló la horma de su zapato en el Club Beach Tennis Montgat. El descubrimiento de esta disciplina, fusión entre los deportes de raqueta y playa, le ha introducido en un mundo similar al de su formación. El impacto que le ha generado su práctica le ha motivado a importar el juego a Menorca, en su regreso a la Isla durante la temporada estival.

El beach tennis, como se denomina internacionalmente, se disputa generalmente entre dos parejas, la modalidad más habitual. El material necesario para su desarrollo es la pala, similar a la de pádel pero más delgada y ligera; una pelota más blanda que la utilizada en el tenis convencional; y una red que se coloca a una altura de 1,70 metros. El campo de juego es un rectángulo de 16 metros de largo por 8 metros de ancho.

Los partidos, en competiciones internacionales, se disputan al mejor de tres sets y en caso de jugarse el tercero se resuelve mediante el super-tiebreak. La puntuación sigue los parámetros de la disciplina madre, pero sin ventajas.

Aitor Catchot define el beach tennis como «espectacular» y destaca de entre sus características que «se trata de un juego eminentemente de red, muy rápido. El saque se ejecuta por arriba y se ven muchas dejadas y globos». El servicio es libre, se puede realizar desde cualquier posición, lateral o centrada, y en paralelo o cruzado. Un deporte «que te mejora los reflejos», incide Catchot.

El joven, residente habitual en Es Castell, se ha apartado de las canchas de tenis, que practica de tarde en tarde, aunque no renuncia a representar de nuevo a Menorca en la próxima edición de los IGA en Gotland 2017. Catchot estuvo presente en Bermuda, donde se colgó la medalla de bronce por equipos, y en Jersei.

En la localidad barcelonesa de Montgat, Aitor Catchot ha descubierto una nueva pasión. Esta temporada compite en torneos federados, nivel G4, y ya ha sumado los primeros puntos en la clasificación ITF (Federación Internacional de Tenis).
Italia, la cuna del beach tennis, ocupa los seis primeros puestos. El séptimo lugar lo ha atrapado el canario Antomi Ramos-Viera, un habitual de la playa de Montgat.