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No tardaron en colgarle la etiqueta de una de las promesas del judo gallego. Rubén Peña Bosch (17 años), de padre gallego y madre ?ciutadellenca?, huye de cualquier responsabilidad futura, pero reconoce que su gran sueño es alcanzar unos Juegos Olímpicos. Su trabajo y sus éxitos son su mejor aval. Peña, que siempre que puede se escapa con sus padres a la Isla para estar con su familia materna, es un abonado al podio gallego, con tres bronces, además de ser tercero en la Copa de España.

Este ?menorquín?, júnior -60kg, milita en el Club Famu de Vigo desde que empezó a los tres años, entidad a la que pertenecen grandes judokas como Nikoloz Sherazadishvili (campeón del mundo) o María Bernabéu (Diploma Olímpico). Con entrenamientos diarios de entre una hora y media y dos horas, Peña Bosch se toma muy en serio el judo. De hecho, solicitó plaza en el Centro Gallego de Tecnificación Deportiva, «pero no fue posible», dice para «Es Diari». Eso sí, entrena ahí dos veces por semana y «en un futuro, mientras estudie mi carrera universitaria, me encantaría entrenar en un CAR, como el de Madrid o Valencia».

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